Sobre la chica que se va a Edimburgo al hotel, yo también trabajé un verano en un hotel de Londres hace tiempo. Me ofreció el trabajo un amigo inglés que estaba allí y, sin entrevista ni nada y con un inglés oral rudimentario, me puse a trabajar. Resulta que allí los empleados vivían en un bloque de habitaciones detrás del hotel. El sueldo que me daban era de 30.000 pesetas al mes, pero no pagaba ni la habitación ni la comida, que era a cuenta del hotel también.
La habitación mía, como era el último en llegar y me marcharía enseguida, tenía un lavabo y el cuarto de baño era compartido. Ya con unos cuantos meses más te dan una habitación más grande y con cuarto de baño para ti. Te levantabas, te arreglabas y en un minuto estabas trabajando, sólo había que bajar las escaleras, salir al jardín y entrar en el hotel. Había también aparcamiento para los coches de los empleados.
Trabajé en el servicio de habitaciones y al final ganaba hasta 20 libras en una noche por propinas, así que pude salir por pubs todo lo que quise. Nos íbamos a veces de excursión por el sur de Inglaterra, con el coche de mi amigo, y desayunábamos en algún restaurante de carretera, luego comíamos por ahí, etc. La gente allí tenía 21-22 años y así. Yo tenía 19.
Había también muy buen ambiente en la residencia, íbamos de visita a las habitaciones de los demás, fiestecitas. Los cocineros hacían barbacoas, con los ingredientes que pillaban de la cocina. Incluso prepararon una vez sangría.
Allí había trabajadores de todo tipo, unos eran camareros y otros eran directivos de las oficinas. La gente ya cerca de los 30 se buscaba un piso o una casa en el pueblo cercano. Los de la residencia eran los jóvenes y los que estaban de paso. La libertad era total, nadie metía las narices en aquella residencia. Sólo tenías que preocuparte de cumplir tus horarios (ocho horas, si se hacía un minuto más tenían que pagarte al doble de precio) y luego hacer lo que te diese la gana.
Otra ventaja era que el hotel tenía seguridad privada, con lo que se dormía muy tranquilo.
Quiero decir que no se sentía uno humillado, ni explotado, ni utilizado. Allí se respetaba al trabajador, aunque fuese un pardillo de 19 años como yo. Puedo deciros incluso que una vez tiré al suelo un carro de esos muy alto lleno de bandejas con platos y copas. Yo creo que lo que me cargué costaba más que mi sueldo del mes. Y os aseguro que nadie me levantó la voz ni me dijo nada. Simplemente lo limpiaron y a seguir trabajando. A ver qué hubiese pasado en España.
En fin, creo que la chica ha visto que en el hotel le daban alojamiento, puede que otra española esté por allí y la haya llamado, y su idea supongo que es en el plazo de un año, dominando mejor el inglés, buscar trabajo de secretaria. Me parece un buen plan.
