Se ve que tú eres fan del la teoría circuitos o como se llame, yo también tengo otras. Te presento a esta por si no la habías escuchado:
Teoría de las inteligencias múltiples - Wikipedia, la enciclopedia libre
Respecto a lo de papi-mami pues que quieres que te diga. Yo parto de la base de que aquí somos avatares digitales y nos faltan muchos datos personales de unos y de otros. Veo muy aventurado hacer análisis de personalidad a partir de dos líneas o a partir de una foto del avatar. Se puede claro e incluso es divertido ¿pero corresponde verdaderamente con el individuo que escribe?
Pero lo más interesante: si conocieras todos los datos de mi biografía ¿estarías seguro de que puedes decir de mí es 100% es mi REALIDAD?
Y esto nos lleva a una pregunta de esas fundamentales y otras derivadas:
¿qué es la REALIDAD? ¿se puede cononcer la realidad?
El forero 01bit ya ha hecho antes esta misma pregunta con muy mala idea.
Este es el problema que tiene la psicología (y otras muchas ciencias) así como la totalidad de los denominados libros de autoayuda (este hilo va de autoayuda) que construyen sus teorías a partir de conceptos e ideas como si tal cosa o dados por supuesto, pero es que reulta que los conceptos e ideas pertenecen a un campo del saber muy concreto que se llama FILOSOFÍA.
¿que idea de realidad utiliza la teoria de circuitos? Problema ontológico
¿como se conoce la realidad? Problema epistemológico
¿sobre qué filosofía esta montada la teoría de los circuitos?
Pues como ocurre en los libros e autoayuda sobre una sopa de conceptos e ideas indefinidas y en general confusas. Es como el título del hilo y el video: te doy una solución para cambiar tu REALIDAD
Pero... ¿qué realidad? ¿que inteligencia?
Si una persona no sabe contestar a estas preguntas, es decir, si no tiene una base filosófica bien construida, ten por seguro que le van a vender la moto y lo que es peor le van a contruir una estructura de la REALIDAD
suya por que tiene casita hecha de paja, fácil de demoler para contruir algo nuevo... como por ejemplo una flamante pirámide...
Robert Anton Wilson.