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La patronal de las grandes constructoras prevé una leve desaceleración del sector en 2007
MADRID.- Los ladrillos tienen asegurado, por el momento, su protagonismo como motor de la economía española. La patronal de las grandes constructoras, Seopan, prevé que el sector registre este año un crecimiento de la actividad entre el 4 y el 5%, lo que supondría una desaceleración respecto al año pasado, en el que la producción aumentó un 6%.
Los grandes constructores españoles estiman que pese a una leve desaceleración, el sector volverá a ser en 2007 uno de los más dinámicos de la economía española, lo que permitirá garantizar el diferencial de crecimiento de la economía nacional con respecto a otros países europeos.
Seopan apunta que la actividad de la edificación residencial aumentará en 2007 entre el 5% y el 6%, frente al 8,5% de 2006, al tiempo que vaticina para 2008 una caída del número de viviendas edificadas.
El presidente de esta patronal, Enrique de Aldama, hizo hincapié en la importancia de la construcción como generador de empleo y crecimiento económico y señaló que, según sus estimaciones, el sector fue en 2006 el mayor contribuidor de crecimiento 6%, 2,1 puntos más que el conjunto de la economía.
Así, calculó que un hipotético descenso de la actividad residencial en 100.000 viviendas provocaría un recorte de empleo superior a 200.000 puestos de trabajo, tanto directos como indirectos.
El sector de la construcción creó el pasado año 186.000 empleos, con lo que el número de ocupados en esta actividad se situó al cierre de 2006 en 2.542.900 personas, un 7,9% más en términos interanuales.
La construcción es, junto con el turismo, la principal fuente de riqueza del país y la patronal calcula que en 2006 el sector concentró el 58% de la inversión nacional, el 17,8% sobre el PIB y el 25% del empleo creado en el año.
Los datos de la patronal sitúan a España como el sexto país de Europa con mayor inversión en construcción por detrás de Irlanda, Alemania, Países Bajos, Bélgica y Francia.
Desaceleración residencial
No obstante, la incipiente desaceleración del 'boom inmobiliario' - en 2006 la edificación residencial absorbió el 75% de la producción del sector - es motivo de preocupación para el sector.
Aldama dijo que la producción de viviendas se desacelerará probablemente a partir de 2008 y expresó su preocupación sobre los efectos que esta situación crearía en el empleo.
"Ante un descenso de la actividad residencial de 100.000 unidades, estimamos que la repercusión en el empleo directo e indirecto supondría un recorte de más de 200.000 puestos de trabajo", dijo Aldama. "Yo no veo hoy una actividad que pueda sustituir a la de la vivienda en creación de empleo", advirtió. "Hay que cuidar con un gran mimo esta actividad, y así se lo hemos hecho llegar al Gobierno", dijo.
Por ello, instó al Gobierno a adoptar una serie de medidas que sostengan esta actividad, como la mayor disposición de suelo a menor precio. De Aldama indicó que el sector se verá afectado este año por el periodo electoral, que habitualmente provoca una caída de la licitación en infraestructuras, aunque las constructoras podrán atenuar el impacto gracias a la mayor diversificación de sus negocios.
