Alguien dijo que Eurovisión es desde el principio un instrumento de propaganda y control político y social. Ahora toca el nwo lgtb satánico y, antes, por lo menos, había más gusto por la música. La gente que ganaba o participaba son actualmente clásicos que seguimos oyendo mientras que los ganadores de treinta años hasta hoy se olvidan al día siguiente con alguna excepción. Lo mejor es que musicalmente no tiene interés ni trascendencia. En las radios, la gente oirá otras musicas mejores o peores. Lo peor es que ha ganado un canción de ideología social y nos pueden poner ésta muchas veces como un triunfo de algo o como una moda. Que el chico suizo sea afeminado o lo que sea es lo de menos. Eurovisión es política e ideología desde el principio y mucha, mucha, corrupción, como lo es la propia UE. Los jurados se compran y la opinión del publico es fácilmente manipulable. Tan sólo nos queda como esperanza el meteorite ya que la tormenta solar no ha servido de nade.