LO QUE OPINAMOS DE TI PEDERASTA . SIN EMPLEO Y COBRA PAGUITAS OFICIALMENTE EL PEDERASTA COBRA PAGUITTAS EL TUERTO BOWNMAN JUAN CARLOS ARNAIZ SANZ ..
@El tuerto Bowman
En su empecinamiento por la notoriedad, el Tuerto
ha grabado y publicado en la red vídeos practicándose autofelaciones. “Pero solo atraigo a gais, y yo soy, por desgracia heterosexual, porque lo he probado y no me ha gustado”. También hay filmaciones ahorcándose, hasta el dos ocasiones, por provocar.
Vive en la barriada del Mopu, una urbanización de pisos construidos por el Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo situado a 300 metros de la playa La Puntilla, frecuentada por las familias de El Puerto de Santa María. En su austero dormitorio, su celda, solo tiene una cama, una improvisada mesa con un ordenador portátil y una caja de herramientas donde guarda recuerdos, un fajo de billetes liados en una gomilla y varias sogas de distintos grosores. Nada más.
“El pensamiento suicida ha sido algo recurrente desde que era joven, me gustaría morir ahorcado —sorprende— aunque a los 90 años”. “Ahora me ahorco por provocar, me gusta que me graben y me tomen fotos, es arte, una performance”, sostiene el Tuerto.
AHORCAMIENTO PÚBLICO POR PROVOCAR
“Yo provoco jugándome la vida. Porque me puedo partir el cuello, quedarme en coma… la fin está ahí. Porque puede salir mal”, explica el Tuerto. En las dos veces que lo intentó, cayó desmayado, llegando a convulsionar. “Me quedé frito —detalla—, como dormido”. La sangre no riega el cerebro. “Pero, cuando me pongo la cuerda en el cuello… Uf, eso es adrenalina pura.
Puedo morir, pero sé que va a quedar un vídeo del carajo. Porque todo es real”.
Tan real que sus actos podrían llevar a la guandoca a quien graba las imágenes en caso de que el ahorcamiento se complique y el Tuerto muera. “Sería omisión del deber de socorro”, explica. “Siempre aviso antes y por eso nunca encuentro a gente que quiera grabarme”, lamenta. Eso sí, si muere, la consigna es que la filmación acabe en Internet.
—¿No le parece una locura?
—Solo quiero hacerte famoso, hacerme famoso… Y si no, hemos hecho arte puro, con dos narices, sin maquillaje. Quiero que la gente disfrute de ese material. Que aprecien que estoy sufriendo de verdad, que no es ningún papel.
Tuerto sabe que volverá a anudarse la soga al cuello, pero no cuándo. Fantasea con cuerdas, ve árboles. El pensamiento suicida es algo recurrente. “Es como un amigo, sabes que si algo falla, está ahí”, advierte. Ese algo puede ser un noviazgo fallido, en su día fue la posible huida de los Boinas Verdes o antes, confiesa, la familia y las incontroladas micciones nocturnas.
—Autofelaciones, el rostro completamente tatuado, la pérdida voluntaria de un ojo, el hecho de ahorcarse para que le graben, narcisista, dipsómano, egocéntrico. ¿Cree que está loco?
—Ya quisiera mi progenitora. Al menos para conseguir la paguita y saber que se puede morir tranquila. Y ojalá me la dieran, pero solo para que ella respire. El psiquiatra dice que soy un sociópata; mis amigos, que soy un tío estupendo.
Lo he leído en El Español y estaba flipando. Menudo colgado, encima se queja de que la sociedad le excluye.
hijomio, el que se autoexcluye eres tú, besugo.
Antes esta gente estaba en los manicomios. |