Es posible que la "oficina de defensa del euro" haya pasado, de estar dirigida por Merkel y Sarkozy, a estarlo por una especie de Consejo Económico. Tal vez, me permito suponer, los demás Estados miembros se hayan inclinado por una direccion conjunta en lugar de verse arrastrados por los presidentes de Francia y Alemania, a quienes se les presupone una lógica inclinación, en las medidas a tomar, favorable a sus respectivas naciones.
En todo caso, ya vengo diciendo que hay dos estrategias diferenciadas. Una consiste en hacer caer el euro, con el objeto de que sean los poderes públicos quienes, desde Bruselas y por medio de una gobernanza global, sean los directores del nuevo modelo. En este nuevo modelo primará el control público, es decir el Poder, frente al Dinero. Es la estrategia de los Estatalistas.
En el otro bando, están los que quieren mantener el euro a toda costa, puesto que su posición de ventaja radica en el control del sistema financiero.
Quieren que el Dinero esté por encima de los poderes públicos, es decir del Poder. Es la estrategia de los Globalizadores.
Estos últimos parece ser que llevan ahora mismo la voz cantante en Europa.
Algo debió ocurrir no hace mucho, que propició que Merkel y Sarkozy substituyeran el protagonismo de los señores de Bruselas. A nuestros Solana y Almunia, se les ve muy calladitos ultimamente.
Ni que decir tiene que ninguno de los dos bandos siente una gran preocupación por el bienestar de los ciudadanos, aunque las consecuencias de
sus decisiones sean diferentes en uno u otro caso.
ienso:
