Que PATRON os vea con ilusión por la empresa.

PATRÓN está nervioso porque se acerca el verano y hay menos camiones para descargar, además de remeros que se cogen vacaciones y no les puede contar sus batallitas ni le ríen las gracias.

JEFE Está buscando excusa para no irse de vacaciones con CHARO y quedarse a las órdenes de Patrón para hacerle ver que es imprescindible.
 
Habrá de todo.

Yo he sido empleado hace años en una empresa.

Y luego me hice autónomo copiando el negocio de mi anterior jefe.

De hecho él se arruinó porque le gustaba mucho la fiesta y los polvos blancos.

Ahora tengo su zona, y he contratado gente que trabajaba conmigo en su empresa.

Y sorpresa, no es lo mismo trabajar para alguien que trabajar oara tí y hacer que los demás trabajen.

Es mucho más difícil y menos gratificante, porque a nadie le gusta que le manden. Pero hay veces en las que tu empleado ha tenido una pelea con la parienta, o con su hermano, o ha pasado mala noche ...

Y mira que soy un tío cercano y atento, pero hay veces que tienes que dar un puñetazo en la mesa y decirles que se pongan a trabajar, que el que se juega su patrimonio soy yo y no ellos.

Y a más de uno lo tienes que echar.

Os cuento una anécdota.

Contraté a un tío que trabajó conmigo hace años en esa empresa, vino él, me dijo que estaba con el agua hasta el cuello de deudas y que necesitaba trabajo. Se lo di, tenía experiencia y carnet de coche y camión, así que me interesaba, además era responsable y tenía palabra. Esa misma semana les subí a todos 200€ el sueldo para motivarlos. Todos muy contentos, se notaba a la hora de trabajar, llegábamos puntuales y terminábamos antes. Y encima muchos días salíamos antes, más contentos todavía. Y la inercia era esa.

Pues bien, éste tío, un día, con el propio uniforme de mi empresa se presentó en otra de mi competencia...de uno que conozco desde que soy niño y que fuimos amigos, pero desde competir por los mismos contratos mantenemos las distancias, pero a la hora de hacer negocios somos profesionales.

Se presentó y le pidió trabajo a él, dándole detalles del contrato que tenía conmigo, de los proyectos que teníamos para ese verano y muchas, muchas quejas.

El dueño de la empresa me llamó y me contó lo que pasaba. Un detalle por su parte.

Lo eché sin miramientos al día siguiente. Lo indemnicé y desde entonces dice que soy un negrero. Cuando en mi empresa es dónde más ha cobrado, pues encima iba a comisión por proyecto terminado.

Sin orden ni reglas, impera el caos y el oportunismo.
 
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