astroman
Madmaxista
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por una sencilla razon,en el fondo nos gusta ser esclavos.Mucho se nos habla de esta crisis que padecemos, y también muchas son las causas que se suelen indicar a la hora de explicarla: el endeudamiento masivo de los estados y hogares, la globalización, la deslocalización de industrias y servicios, la productividad... o los funcionarios ::
Yo no sé demasiado sobre economía, salvo lo que he aprendido leyendo este ilustrado foro. Por ese motivo, tiendo a hacerme preguntas simples para obtener respuestas sencillas que me permitan entender un poco mejor cómo funciona este mundo.
Y la que me hago últimamente es:
¿Por qué la gente debe levantarse por las mañanas?
La primera respuesta que me proporciona mi mente sencilla es la siguiente: para trabajar. Pero entonces, ¿por qué demonios hay que trabajar?
Pensadlo por un momento: nuestras sociedades han llegado a un punto de desarrollo en que la necesidad de trabajar se ve fuertemente cuestionada.
La atención sanitaria y educativa -al menos en esta Europa nuestra- son subsidiadas por el Estado. Un ciudadano español o finés sabe que, por precaria que sea su situación económica, si contrae una esclerosis múltiple o un cáncer de pulmón, va a recibir una asistencia sanitaria puntera. La preocupación por la propia salud deja de ser un acicate para pringar treinta y tantas horas semanales.
Otro tanto ocurre con la educación. Puede que los norteamericanos trabajen toda su vida para mandar a sus hijos a la universidad, pero en España, por ejemplo, eso no es necesario. Ese viejo tópico de "trabajo para que mis hijos puedan llegar más lejos que yo" deja de tener sentido en una sociedad en la que todo el mundo tiene, en principio, grandes oportunidades educativas. Puede que, de un tiempo a esta parte, toda esta movida de MBA's y triples licenciaturas con idiomas y prácticas en Machachuses City esté desequilibrando esto, pero se trata de un fenómeno reciente y tampoco es decisivo para según que trabajos.
Así pues, ¿por qué narices debe abandonar la gente el calor del lecho y y renunciar al aterciopelado roce de los muslos del pariento o parienta para meterse en un autobús hostil cada mañana?
¡Consumir! ¡Yeah, fuck yeah! ¡Hay que consumir! Hay que tener más y mejor que el vecino, vivir nuevas experiencias, estar en la onda. Plasma, Play Station, spas, monovolúmenes, meretrices, farlopa y el iPhone para colgarlo todo en el Facebook y mostrar al mundo lo guay que soy.
Mh, un momento. ¿De verdad sigue siendo eso un estímulo? Puede que sí, pero por todas partes surgen signos que invitan a dudarlo. Cada vez se lee más sobre consumo responsable, proliferan las tiendas de trueque y segunda mano, el DIY es de lo más guay últimamente... Incluso las pijas de antaño ahora disfrutan haciendo punto y vistiendo sus propias creaciones.
Y es que, además, la gente no tiene un puñetero duro para consumir. Y se terminará haciendo a ello. Y cuando volvamos a tener dinero (si es que eso sucede), veremos si no hemos hecho de la necesidad virtud y seguimos prefieriendo una buena paellita en casa con los colegas a cenar en el último restaurante mega-fashion from hell a 70 pavos en cubierto.
Pero es que, encima, quizá hayamos llegado a un punto en que no es necesario consumir tanto. La tecnología digital es barata e increíblemente versátil. Ya no hace falta tener televisor, vídeo, cadena HIFI y Laser Disc (¿recordáis cuando cada año salía un nuevo y espectacular soporte y había que ir amado a comprarlo?) porque con un ordenador de 200 euros haces todo eso y más. El automóvil se está volviendo un trasto caro y tocapelotas, sobre todo para la gran cantidad de gente que vive en núcleos urbanos y dispone de transporte público de calidad. ¿Música, películas, libros? Juas. :: La ropa, por otra parte, puede llegar a ser muy barata (aunque también una hez) y en cuanto a la alimentación, si exceptuamos unos cuantos productos, puede adquirirse, si uno se lo curra, por relativamente poco dinero.
Y yendo al fondo: ¿de verdad nos hace tan felices consumir? Ya lo hizo durante mucho tiempo. Pero nada es para siempre. También la gente fue muy feliz yéndose a dar de baja de la suscripción de la vida jovenlandeses a las cruzadas o ayunando para honrar a Dios, pero se acabó. Lo mismo pasará (si no está pasando ya) con nuestro maná existencial contemporáneo: el consumo absurdo y hedonista.
El Capitalismo cuajó porque encontró en las sociedades protestantes y abnegadas un caldo de cultivo sin igual. Pero su misma dinámica nos ha llevado a una sociedad cuyo único lei motiv es el placer inmediato y a cualquier precio. Y eso se lleva mal con levantarse cada mañana para ir a trabajar. Hay una contradicción profundamente enquistada en nuestro sistema, y según pasa el tiempo, se hace más evidente.
Si partimos de todo esto, veremos que los estímulos para trabajar, ser productivos, sacrificarse, perder la mitad de tu vida fichando en un chiringuito de hez cada mañana se hacen cuestionables.
Y eso no lo va a arreglar el BCE.
El mundo está cambiando, hamijos. Lo que no sabemos es hacia dónde ::
Un saludo a todos.
la vida de nuestros antepasados no tiene nada que ver a dia de hoy con la locura de este ritmo de vida en parte artificial que se lleva.hemos creado una fruta hez cogido con alfileres y esta pura hez deshumanizada y de triunfo rapido y pisar a quien se te ponga por delante sin escrupulos,y de gente infeliz atontada con moviles,farlopa y futbol a tocado techo,hay que trabajar porque hay que comer eso esta claro,pero el trabajo tiene que aportar algo mas en tu vida que ser un zombi que ficha a las ocho y vuelve a fichar a las cinco y el dia del puente sale en manada a chuparse horas de atasco y se vuelve a repetir el ciclo.SEÑORES EL SER HUMANO NO ESTA HECHO PARA ESTO,alguien o algo en cualquier punto de nuestra historia nos saco del camino y hasta el dia de hoy,para bien o para mal esto a tocado techo.