Aunque su obsesión con la izquierda me chirría bastante, estoy de acuerdo con algunas cosas que dice este hombre.
Mucha gente acudió a las asambleas con la esperanza de que alguien le solucionara las cosas, que alguien empezara una revolución. Y sobretodo, que alguien diera marcha atrás al reloj y volviéramos a 2005 para poder volver al ciclo de consumo cómodo de la socialdemocrácia capitalista. Luego estaba la vieja guardia y su revolución, pero a estos hay que darles de comer a parte, y realmente no estaban muy presentes al principio.
La verdad es que estamos muy mal acostumbrados, no somos capaces de solucionar los problemas por nosotros mismos, y parece que esperemos que otros nos los arreglen, llámese Estado, Dios, Asamblea o Mercados. Nos falta empoderarnos
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Yo lo he visto muchas veces durante este año, de boquilla todo el mundo solucionaba las cosas, pero cuando proponías acciones directas, cuando les decías: vale, vamos a solucionar el tema de la comida plantándonos huertos, comparte tu piso con este desahuciado, vamos a crear una moneda social alternativa al euro, creemos una cooperativa de trabajadores, etc... la mayor parte de la gente miraba para otro lado o se quedaba en plan "hoyga, que yo no quiero esto, yo quiero lo de antes".
Mítico fue el día en el que una compañera uruguaya con más de treinta años de lucha anticapitalista viviendo al margen del sistema fue a una asamblea e intentó que empezaran a tomar conciencia de sus vidas señalándoles que para empezar una Revolución debían de cambiar su modo de vida, dejar de consumir esto y lo otro, o cambiar de trabajo, no usar el coche y tal y tal. ¿Sabéis qué le contestaron? Que sus propuestas eran demasiado radicales :
: Y allí los dejó, debatiendo sobre la lucha y como soliviantar a las masas obreras en un futuro alzamiento revolucionario.
Por mi parte, sigo en la trinchera porque me niego a perecer sin haber intentado algo, y porque he conocido a gente con la que he iniciado proyectos interesantes que sí que están cambiando mi mundo, que es lo único a lo que puedo aspirar a cambiar. ¿Eso es 15M? Para mí, sí. Ha sido un paso más en mi senda personal, en mi Revolución particular.