No estoy de acuerdo, piensas como el típico empresario cortísimo de miras.
La cualificación o no, no es lo determinante.
Un camarero atento, limpio, educado, dinámico y profesional hará que los clientes se sientan cómodos y bien tratados, lo que hará que muchos de ellos repitan.
Un camarero desmotivado, holgazán, parsimonioso, sucio y mal encarado, hará que los clientes se sientan maltratados, lo que hará que todos ellos eviten ir a ese local.
Así, aunque entre uno y otro haya un ahorro del 30% del coste laboral por ejemplo, probablemente los ingresos extra que reportaría el mejor pagado generaría más beneficios.