Mendigando en Barcelona

Buen aporte.

Claro que como en toda actividad que relaciona personas existen listillos, pero creo que es una cadena que se repite tambien hacia arriba. En realidad hasta que no veamos mendigos muriendo realmente de hambre, porque no pdamos compartir con ellos lo que no tendremos, nos daremos cuenta de que la situacion ha llegado a tocar fondo. Es feo decirlo, pero los que piden no les va tan mal todavia, de hecho yo prefiero darles alimentos.

Creo que ademas es un fenomeno ligado a las "ciudades" y la "civilizacion", que en estos ambientes hostiles facilita el que no puedas proveerte de lo que te hace falta con facilidad, y en el caso de la gente que realmente lo hace por necesidad, lo que nos debe obligar a pensar en que es lo mas basico que se necesita tener asegurado, y eso es la ALIMENTACION.

Son ademas uno de los colectivos mas olvidades en cualquier discurso politico, porque como les digo, hasta que no mueran por las calles , dejando cadaveres que recoger, no reaccionara esta suciedad de gente consumista y egoista.
 
Me ha gustado mucho la historia, sobre todo porque refleja la solidaridad y compasión de la gente sea egoismo o no, después de todo el dar es de dioses, el pedir de mendigos, por mucho dinero que hagan y por mucho que engañen, su dignidad la venden y eso supongo que tiene un precio.
 
yo antes solía dar las monedillas sueltas que tenía pero cada vez me da más pereza darlas ( y no es algo que me sienta orgulloso el que cada día me vuelva más insensible ) pero es que como se ha dicho hay mucho profesional de la mendicidad y ayudar con lo poco que se tiene no me importa pero el hacer el canelo no me gusta nada.

Voy a poner unas de anécdotas relacionadas con los que piden: el primero un tío que durante 4 / 5 meses me encontraba pidiendo en el metro y siempre soltaba el mismo discurso " hace 1 semana que he salido de la guandoca, no tengo para comer, ni para ducharme etc etc " y además de mentir con lo que decía a veces olía a alcohol considerablemente, la segunda un mendigo que pasaba todos los días delante de él cada semana un par de días le daba 30 / 40 / 50 ctms ( lo que tuviera suelto ) pues cuando empezó a quedarse con mi cara si no le daba me pedía como si tuviera la obligación de darle siempre que pasaba a su lado y la última un chico de unos 30 años con claros síntomas de ignorancia un día me lo encuentro en uno de los bancos de metro contando monedas debía de tener más de 60 / 70 euros y seguía contando...:roto2:

Me da rabia no poder distinguir entre los que realmente piden por necesidad y los que lo hacen " profesionalmente ".


En mi caso tres cuartos de lo mismo. Dar algunos centimillos del cambio a la puerta del supermercado y que encima me lancen improperios :roto2: o enterarme que los que piden se dedican a trapichear con droja y ganan bastant, incluso ver una furgoneta que llevaba a la vieja rumana, y varias viejas más, que pedía en la puerta del supermercado (obviamente de la mafia :( ). Al final todas esas experiencias son las que te insensibilizan, porque ves a más aprovechados que necesitados.

Solo recuerdo una vez a alguien realmente agradecido por 50 ctms, entró en el burguer todo empapado de la lluvia y creo que al menos le ayudé a comer algo en ese día.
 
El tríste arte de mendigar...tríste porque a veces es cierto y no te das cuenta,y arte,porque a veces picas y te das cuenta a la vuelta,cuando ves que la gorra donde pones tu euro sigue vacia por arte de magia.
 
No seáis bobos, gran parte de los que piden o son profesionales (que se sacan más que cualquiera de vosotros al mes) o son casos perdidos de vicios caros.

Ya pagamos impuestos para que haya servicios sociales; el que quiera dinero, que trabaje.
 
Ha hace más de veinicinco años que me dí cuenta de que los que piden son siempre los mismos. En la estación del Norte de Valencia te venía un día un pavo o una pava que necesitaba suelto para el billete, otro día te venía con otro cuento, y otra vez te venía colocado con su droja preferida.
A los gorrillas no les doy ni un céntimo. Todos extranjeros. Que se vayan a vaguear y a pedir a su país o a los paises colindantes, esos que los han echado a patadas por molestar a sus ciudadanos, no como aquí.
A casa de mis padres venían pobres a pedir. Mi progenitora les daba comida o les hacía un bocadillo. Un día vió tirada la comida prácticamente a la puerta de casa.
Otro día vino a pedir uno del pueblo de mis padres que según me contaron cuando ellos erán jóvenes este señor era hijo de uno de los caciquillos locales, nunca había trabajado, ni siquiera en los campos de la familia. Cuando murieron sus padres se dedicó a fundirse la herencia y acabó pidiendo, pero en el pueblo no lo sabían ya que conservaba la casa familiar.
En fin una experiencia valiente y bien contada.
 
Muy buena la historia. A título personal yo puedo contar que hoy mismo ha aparecido un tío por mi curro diciendo que venía de "la obra de enfrente" y que necesitaba dinero para comprar unos materiales que le faltaban, que lo devolvería. Huelga decir que no le hemos dado nada pero si no estás avispado te "vuela" la pasta. El tío se ha ido decepcionado a preguntar en otras oficinas. No tenía pinta de mendigo, más bien de un típico paleta.

En fin, así está la cosa.
 
La historia es buena pero me reafirmo en mi idea de no dar un céntimo a pedigüeños.
Prefiero donarlo a una ONG tipo Cáritas. Y encima desgrava.
 
Es un texto alucinante de autosuperación y enfrentamiento a los propios miedos, un diez.

Siempre me he preguntado qué ven los que pasan al otro lado. Interesantísimo.
 
Prefiero la publicidad del indigente que la fruta publicidad que me rodea por todos sitios, mil veces mas la publicidad del indigente. Vamos que me pone de mala leche.
 
Pero cuanto daño que ha hecho Vicens y las pruebas de su ajuste de cuentas.
 
Muy buena la historia. A título personal yo puedo contar que hoy mismo ha aparecido un tío por mi curro diciendo que venía de "la obra de enfrente" y que necesitaba dinero para comprar unos materiales que le faltaban, que lo devolvería. Huelga decir que no le hemos dado nada pero si no estás avispado te "vuela" la pasta. El tío se ha ido decepcionado a preguntar en otras oficinas. No tenía pinta de mendigo, más bien de un típico paleta.

En fin, así está la cosa.



Eso si que es ser jeta y lo demás son tonterias,me recuerda a uno que siempre estaba merodeando por el parking del carrefour y te venía con las manos manchadas de grasa contandote la pelicula de que se le había roto la moto y que necesitaba dinero para llamar por telefono .
Hace una semana,2 años más tarde del último encuentro,todavía estaba el pobre hombre con la moto averiada sin haber podido llamar todavía.
 
Ole!!

Lo más interesante y real que he leído en meses... Es una historia de superación acojonante. Me recuerda a libros como Todo un hombre, de Tom Wolfe, o a las experiencias de George Orwell, mendigando también creo que en los años 30.
Eso son bemoles...
 
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