Uno de los muchos agujeros por donde hace agua la asistencia sanitaria en España es el cachondeo de mutualidades, seguros y demás timos.
Trabajo en un centro de salud. Y absolutamente a diario se atiende a personas cuyas lesiones han sido provocadas por un accidente de tráfico. Consultas con médicos de primaria, enfermería, traumatología, cirugía, fisioterapia, ortopedia etc, etc. La teoría -muy guapa- dice que la aseguradora debería hacerse cargo de todos estos gastos. Pero la realidad es que la asistencia -con lo que supone en incremento de listas de espera y demoras- y los gastos acaban corriendo a cargo de la sanidad pública. Se factura una parte mínima y se recupera un porcentaje todavía menor.
Ciento por ciento lo mismo con los seguros escolares, con las mutuas de empresa y los accidentes laborales, con los seguros deportivos, etc. Todos hacen negocio a base de cobrar todas las primas posibles y escaquearse de todas las contraprestaciones que les sea posible. Acaban pasando el muerto (perdón por la expresión) a la seguridad social. Que ya se sabe que el dinero público no es de nadie.
Un saludo.
