Por contrastar datos:
El argumento de que los peajes servirían para mantener las carreteras cae por su propio peso. Solamente con el automóvil, el Estado recauda cada año muchas veces más de lo que gasta en carreteras.
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El plan para imponer los peajes en todas las autovías y autopistas a partir de 2024 ha sido una de las medidas más polémicas e impopulares que ha estado sobre la mesa en los últimos meses. Ahora, el Gobierno de España ha reculado y ha llegado a un acuerdo con Bruselas para descartarlo. Aunque tiene multitud de detractores, también hay quien defiende la medida, argumentando que las carreteras deben mantenerlas quien las utiliza. Pero, mirando las cuentas del Estado,
los automovilistas (quienes las utilizan) ya pagan con creces la conservación y explotación de las calzadas.
Cuando se empezó a hablar de imponer peajes en las autovías y autopistas, el Ejecutivo lo justificó como un sistema ajustado al criterio europeo de que "quien contamina paga". Entonces hablaba de un "sistema de tarificación" que serviría para sufragar el mantenimiento de este tipo de vías. "Necesitamos recursos para poder mantener unos estándares de calidad adecuados en nuestras carreteras", explicaba en septiembre de 2021 la entonces ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana,
Raquel Sánchez.
Por su parte, la Dirección General de Tráfico, adscrita al Ministerio de Interior, es partidaria también de que el cuidado y mantenimiento de carreteras corra a cargo de aquellos que más las utilizan.
Pero, ¿cuánto cuesta el mantenimiento de carreteras y autopistas?
¿Cuánto dinero recauda el Estado de quienes utilizan un vehículo y, por ende, las carreteras? Véamoslo con cifras.
Se recauda 17 veces lo que se destina a conservación de las carreteras
El Gobierno destinó el año pasado algo más de 1.200 millones de euros a la conservación y explotación de carreteras, concretamente 1.201.239.810 euros, según se recoge en los Presupuestos Generales del Estado para el año 2022. También destinó otros 1.532.979.010 euros para la creación de nuevas infraestructuras de carreteras.
El mayor ingreso que percibe el Estado por parte de quienes utilizan vehículos es el
Impuesto Especial a los Hidrocarburos, Según datos de la Agencia Tributaria, el impuesto a los hidrocarburos recaudó
12.007 millones de euros en el año 2022. La mayoría de esa cantidad (11.784 millones de euros) corresponde a gasolinas, gasóleos y biocarburantes.
La
recaudación por el IVA de los vehículos nuevos alcanzó los
3.941 millones de euros. Tras el impuesto a los carburantes, esta es la partida más cuantiosa procedente del automóvil. Todo ello, sin tener en cuenta el IVA repercutido a las reparaciones de mecánicos, chapistas, etcétera.
El IVA de los coches nuevos supuso casi 4.000 millones de euros para el Estado en 2022.
Muy relacionado con el anterior, pues se paga al comprar un vehículo nuevo, hay que sumar otros
649 millones de euros por el Impuesto de Matriculación. Este último se divide en cuatro tramos: los coches que contaminen menos de 120 g/km de dióxido de carbono están exentos del Impuesto de Matriculación. En este último grupo se engloban, lógicamente, los vehículos eléctricos, pues no emiten dióxido de carbono. En los ocho primeros meses de este 2023, la recaudación por el impuesto de matriculación ha subido un 14,7% en comparación con el mismo periodo del año anterior.
El mero hecho de poder circular con un vehículo requiere el pago de un impuesto anual, el
Impuesto de Circulación, cuya recaudación en 2022 ascendió a
2.972 millones de euros. Su nombre oficial es Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM). Es obligatorio para todos los vehículos dados de alta y se paga en el municipio dónde la unidad tenga su dirección fiscal. En este caso, la cuantía
depende de la potencia fiscal del vehículo, así como de su categoría (si es turismo, motocicleta, ciclomotor, camión, tractor, etcétera).
Un dato a tener en cuenta es que solamente con el Impuesto de Circulación se recauda más del doble de lo que se destina a conservación y explotación y carreteras. La recaudación de este tributo supera incluso al total destinado al mantenimiento y a la creación de nuevas carreteras.
Antes de finalizar, hay que añadir también el
Impuesto por Transferencias de Vehículos Usados (580 millones) y el
Impuesto por Cambios de Titularidad (173 millones).
Sumando todos los conceptos anteriores, en 2022
el Estado recaudó 20.322 millones de euros de los conductores y sus vehículos. Esto es 16,9 veces más de lo que se destina a mantener las carreteras del país. Es evidente, por tanto, que los usuarios de vehículos contribuyen a la Hacienda pública con el importe suficiente para mantener las carreteras durante muchos años, incluso para hacer nuevas.
La recaudación por multas es casi la mitad del presupuesto para carreteras.
Hemos dejado fuera de la ecuación los impuestos asociados a la electricidad consumida por los vehículos eléctricos, pues el dato no se publica específicamente y, además, es muy difícil de calcular. Tampoco hemos tenido en cuenta el IVA repercutido a las pólizas de seguros de los vehículos.
Por último, tampoco hemos añadido al cómputo total la
recaudación por multas de tráfico (en su mayoría radares), que el año pasado batió un récord histórico. En 2022, la DGT recaudó
507.361.888 euros por este concepto, casi la mitad de todo el presupuesto anual destinado a conservación de carreteras.
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