La crudeza del escarmiento a Grecia y la inhumana crueldad de los países del norte con Grecia se ha exagerado un poco, hasta el punto de que más de un país y de dos países del mundo harían cola si pudiesen para recibir un escarmiento tan cruel.
Grecia tiene una deuda pública de los 350.000 millones de euros o el 160% de su PIB oficial (una pura fantasía)
El primer rescate a Grecia, por parte de la UE y el FMI consistió un préstamo de 111.000 millones, lo que viene a ser el 50% del PIB griego, al 4.5% (España paga el 6,5% por su deuda)
Durante el segundo rescate que se había negociado y que el anterior Parlamento griego había firmado, se perdonaban al Estado griego 90.000 milones de deuda (el 40% del PIB), lo que rebajaba su deuda del 160% al 120% del PIB. Además, se subsidiaba el tipo de interés del préstamo del primer rescate desde el 4.5% al 1.5% (se perdonaban unos 3.300 millones adicionales por año) y además se añadía otro crédito a tipos subsidiados de otros 130.000 millones más (el 60% del PIB)
¿Qué esfuerzo tenía que hacer el Estado griego a cambio de estos 90.000 millones regalados y otros 240.000 millones a tipos casi gratuitos? Pues recortar el insostenible gasto público griego en 3.000 millones por año. Este esfuerzo de recorte de 3.000 milones por año, mantenido durante los próximos 30 años, hasta 2042, sumará los 90.000 millones de deuda que les condonan los crueles países del norte.
La situación es bastante simple, Grecia tenía que ejegir entre dos (únicas) opciones:
a) rebajar sus salarios y nivel de vida un 20%
b) rebajar sus salarios y nivel de vida un 85%
Los griegos, en las urnas, han rechazado la opción a)