Son seres da repelúsntes, encima quejicas buscando más caridad buenista para reirse por dentro más aún de los buenistas pogre consentidores. Y mañana más cuando se seque las lágrimas de cocodrilo.
A ver si llega ya la paloterapia a Barcelona... estamos muy atrasados respecto a los Brazileiros. Almenos me quedo con la rodilla en la cabeza del buen hombre que lo retiene y de la charocop apretandole los grilletes al antebrazo que hace rabiar de dolor al amego segarro