Informe BIS: Los efectos reales de la deuda (España es ya la cuarta economía más endeudada del mundo

España, en la «Champions» de la deuda

España, en la «Champions» de la deuda.

El agujero de familias, administraciones y empresas es el 355% del PIB, el cuarto más alto del mundo.

JUAN PEDRO QUIÑONERO / CORRESPONSAL EN PARÍS
Día 25/09/2011

La deuda global de los EE.UU.,Europa y Japón aumenta a un ritmo vertiginoso: unos 300.000 dólares por segundo. Ese cáncer comenzó a crecer años antes del estallido de la crisis del verano del 2008. Y España ocupa un puesto privilegiado en esa economía del bienestar pagado con hipotecas, convertidas, hoy, en una soga que amenaza con asfixiar a una o dos generaciones. Hace dos años, «The Economist» subrayó por vez primera que EE.UU. y Europa habían contraído las deudas más grandes de la historia económica mundial, hipotecando su futuro gravemente.

El último informe del Banco de Pagos Internacionales (BPI), publicado en Basilea confirma ese análisis, agravándolo y dejando al descubierto el inquietante puesto de España en esa geografía mundial de la catástrofe, ocupando el cuarto puesto de endeudamiento global, solo superado por Japón, Portugal y Bélgica. A juicio del BPI, la deuda pública (Estado, administraciones públicas, comunidades autónomas) se convierte en una amenaza para el crecimiento económico y la prosperidad cuando va más allá del 85% del PIB. Otro tanto ocurre cuando la deuda de las familias alcanza un nivel semejante. El Banco subraya que el crecimiento paralelo de la deuda pública, la deuda de las empresas y la deuda de las familias se transforma en un cáncer mortal, cuando todas crecen al mismo e inquietante ritmo. Es el caso de España.

Según el estudio del BPI, la suma de la deuda pública, empresarial y familiar de España ascendía al 172% del PIB en 1980, al 187% en 1990, al 258% en 2000 y al 355% del PIB en 2010. Sólo Japón (456% del PIB), Portugal (366%) y Bélgica (356%) se han endeudado de manera más gravosa. España, por el contrario, según el BPI, ocupa el segundo puesto del crecimiento del endeudamiento mundial entre el 2000 y el 2010, sólo superado por Portugal. Con lenguaje muy diplomático, el BPI insiste en la gravedad cancerosa de la cuestión: «Es muy improbable que vuelva a conseguirse, en mucho tiempo, el crecimiento indispensable para pagar las deudas contraídas»

España ocupa un puesto excepcionalmente visible en esa geografía mundial de la deuda, por razones bien evidentemente nacionales y muy anteriores a la crisis mundial del 2008. La OCDE hacía una larga década que pedía «reformas estructurales». «Financial Times» anunció un «tsunami inmobiliario»» en de marzo del 2007. La deuda española había comenzado a crecer mucho antes, en el año 2000, cuando Estado, comunidades, alcaldías, empresas y particulares, comenzaron a gastar y endeudarse, seducidos por el dinero barato y la especulación inmobiliaria.

Los casos de EE.UU., Francia, Italia o Alemania son paradigmáticos, por distintas razones. No hay un modelo único de endeudamiento. El fardo común de las deudas más gigantescas de la historia económica tiene un origen fragmentario y diverso. Las estadísticas comparadas ponen de manifiesto que las intervenciones militares en Irak y Afganistán han tenido un costo catastrófico para la deuda estadounidense, que se disparó durante el mandato del presidente Bush y continuó agravándose durante la presidencia Obama.

(USA) Las cifras del BPI ponen de manifiesto que la deuda global (Estado, empresas y familias) descendió ligeramente, un 2%, entre 1990 y el 2000, para crecer de manera llamativa (un 70%) entre el 2000 y el 2010. El efecto Irak parece palmario. La crisis del 2001 y la recesión del 2008 hicieron el resto. Con un efecto Obama de naturaleza perversa. El fin de la presencia americana en Irak ha coincidido con nuevas facturas afganas y un incremento espectacular del gasto. No es evidente que la fabulosa deuda global del Estado federal, las empresas y las familias norteamericanas (en torno al 268% del PIB) puedan reducirse con subidas más o menos masivas de impuestos.

El caso francés es paradigmático. Francia se droja con deuda, literalmente, desde 1981 (llegada de Mitterrand al poder). Y su deuda ha continuado creciendo, inexorablemente, durante todas las presidencias y gobiernos de izquierda y derecha que se han sucedido desde entonces. Mitterrand comenzó utilizando la deuda para «romper con el capitalismo», pagando con cheques sin fondos «progresos sociales». Sucesivos presidentes y primeros ministros, Chirac, Balladur, Jospin, Sarkozy, tomaron el poder gubernamental haciendo todos las mismas promesas: reducir la deuda, sanear las cuentas del Estado. En vano. Francia no se ha embarcado en aventuras militares espectaculares. Pero lleva treinta años pagando con deuda un bienestar siempre más hipotecado.
El caso francés

La deuda global francesa asciende al 321% del PIB y tiene características particulares. El Estado francés está mucho más endeudado que el español; mientras que las familias francesas están mucho menos endeudadas que las españolas. El endeudamiento familiar francés asciende al 69% del PIB; mientras que el familiar español es superior al 91% del PIB.

En Italia, la era Berlusconi ha destruido fundamentos de la riqueza nacional, habituando a la nación a vivir con deudas Crecientes. El modelo italiano de endeudamiento tiene características Particulares, agravadas en la era Berlusconi, habituando a empresas y familias a utilizar las más vertiginosas combinaciones para vivir a crédito, con una o varias contabilidades y utilizando el dinero neցro. Con todo, las familias italianas están poco endeudadas (un 53%), mientras que la deuda global asciende al 310% del PIB.

El caso de Alemania ilustra la reticencia germana hacia los «modelos» de la zona euro. Cuando el endeudamiento español (2000/2010) crecía en 115%, el alemán un 15%. Cuando el endeudamiento de las familias españolas crecía un 37% (2000/2010), las alemanas reducían deudas un 9%.

Fuente: España, en la Champions de la deuda - ABC.es
 
España, en la «Champions» de la deuda.

El agujero de familias, administraciones y empresas es el 355% del PIB, el cuarto más alto del mundo.

JUAN PEDRO QUIÑONERO / CORRESPONSAL EN PARÍS
Día 25/09/2011

La deuda global de los EE.UU.,Europa y Japón aumenta a un ritmo vertiginoso: unos 300.000 dólares por segundo. Ese cáncer comenzó a crecer años antes del estallido de la crisis del verano del 2008. Y España ocupa un puesto privilegiado en esa economía del bienestar pagado con hipotecas, convertidas, hoy, en una soga que amenaza con asfixiar a una o dos generaciones. Hace dos años, «The Economist» subrayó por vez primera que EE.UU. y Europa habían contraído las deudas más grandes de la historia económica mundial, hipotecando su futuro gravemente.

El último informe del Banco de Pagos Internacionales (BPI), publicado en Basilea confirma ese análisis, agravándolo y dejando al descubierto el inquietante puesto de España en esa geografía mundial de la catástrofe, ocupando el cuarto puesto de endeudamiento global, solo superado por Japón, Portugal y Bélgica. A juicio del BPI, la deuda pública (Estado, administraciones públicas, comunidades autónomas) se convierte en una amenaza para el crecimiento económico y la prosperidad cuando va más allá del 85% del PIB. Otro tanto ocurre cuando la deuda de las familias alcanza un nivel semejante. El Banco subraya que el crecimiento paralelo de la deuda pública, la deuda de las empresas y la deuda de las familias se transforma en un cáncer mortal, cuando todas crecen al mismo e inquietante ritmo. Es el caso de España.

Según el estudio del BPI, la suma de la deuda pública, empresarial y familiar de España ascendía al 172% del PIB en 1980, al 187% en 1990, al 258% en 2000 y al 355% del PIB en 2010. Sólo Japón (456% del PIB), Portugal (366%) y Bélgica (356%) se han endeudado de manera más gravosa. España, por el contrario, según el BPI, ocupa el segundo puesto del crecimiento del endeudamiento mundial entre el 2000 y el 2010, sólo superado por Portugal. Con lenguaje muy diplomático, el BPI insiste en la gravedad cancerosa de la cuestión: «Es muy improbable que vuelva a conseguirse, en mucho tiempo, el crecimiento indispensable para pagar las deudas contraídas»

España ocupa un puesto excepcionalmente visible en esa geografía mundial de la deuda, por razones bien evidentemente nacionales y muy anteriores a la crisis mundial del 2008. La OCDE hacía una larga década que pedía «reformas estructurales». «Financial Times» anunció un «tsunami inmobiliario»» en de marzo del 2007. La deuda española había comenzado a crecer mucho antes, en el año 2000, cuando Estado, comunidades, alcaldías, empresas y particulares, comenzaron a gastar y endeudarse, seducidos por el dinero barato y la especulación inmobiliaria.

Los casos de EE.UU., Francia, Italia o Alemania son paradigmáticos, por distintas razones. No hay un modelo único de endeudamiento. El fardo común de las deudas más gigantescas de la historia económica tiene un origen fragmentario y diverso. Las estadísticas comparadas ponen de manifiesto que las intervenciones militares en Irak y Afganistán han tenido un costo catastrófico para la deuda estadounidense, que se disparó durante el mandato del presidente Bush y continuó agravándose durante la presidencia Obama.

(USA) Las cifras del BPI ponen de manifiesto que la deuda global (Estado, empresas y familias) descendió ligeramente, un 2%, entre 1990 y el 2000, para crecer de manera llamativa (un 70%) entre el 2000 y el 2010. El efecto Irak parece palmario. La crisis del 2001 y la recesión del 2008 hicieron el resto. Con un efecto Obama de naturaleza perversa. El fin de la presencia americana en Irak ha coincidido con nuevas facturas afganas y un incremento espectacular del gasto. No es evidente que la fabulosa deuda global del Estado federal, las empresas y las familias norteamericanas (en torno al 268% del PIB) puedan reducirse con subidas más o menos masivas de impuestos.

El caso francés es paradigmático. Francia se droja con deuda, literalmente, desde 1981 (llegada de Mitterrand al poder). Y su deuda ha continuado creciendo, inexorablemente, durante todas las presidencias y gobiernos de izquierda y derecha que se han sucedido desde entonces. Mitterrand comenzó utilizando la deuda para «romper con el capitalismo», pagando con cheques sin fondos «progresos sociales». Sucesivos presidentes y primeros ministros, Chirac, Balladur, Jospin, Sarkozy, tomaron el poder gubernamental haciendo todos las mismas promesas: reducir la deuda, sanear las cuentas del Estado. En vano. Francia no se ha embarcado en aventuras militares espectaculares. Pero lleva treinta años pagando con deuda un bienestar siempre más hipotecado.
El caso francés

La deuda global francesa asciende al 321% del PIB y tiene características particulares. El Estado francés está mucho más endeudado que el español; mientras que las familias francesas están mucho menos endeudadas que las españolas. El endeudamiento familiar francés asciende al 69% del PIB; mientras que el familiar español es superior al 91% del PIB.

En Italia, la era Berlusconi ha destruido fundamentos de la riqueza nacional, habituando a la nación a vivir con deudas Crecientes. El modelo italiano de endeudamiento tiene características Particulares, agravadas en la era Berlusconi, habituando a empresas y familias a utilizar las más vertiginosas combinaciones para vivir a crédito, con una o varias contabilidades y utilizando el dinero neցro. Con todo, las familias italianas están poco endeudadas (un 53%), mientras que la deuda global asciende al 310% del PIB.

El caso de Alemania ilustra la reticencia germana hacia los «modelos» de la zona euro. Cuando el endeudamiento español (2000/2010) crecía en 115%, el alemán un 15%. Cuando el endeudamiento de las familias españolas crecía un 37% (2000/2010), las alemanas reducían deudas un 9%.

Fuente: España, en la Champions de la deuda - ABC.es


la culpa no la tenía zapatero?
 
Volver