¿A quién afectaría quitar la exención de 1.500 euros en dividendos?
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Una de las propuestas de la reforma fiscal que ha planteado el conocido como consejo de sabios es eliminar, entre otras, la exención de tributar por los primeros 1.500 euros recibidos al año como dividendos. Una medida rodeada de críticas por el desincentivo que puede suponer para muchos pequeños inversores, que precisamente en España se han caracterizado por buscar rentas periódicas de compañías que ofrecen altas retribuciones.
Y es que a esta exención se acoge buena parte de particulares que invierte en bolsa, puesto que la mayoría recibe como dividendo un cantidad inferior anualmente. Solo hay que hacer algunos números.
Todos los ahorradores que construyan hoy una cartera con los cinco grandes valores de la bolsa española e inviertan hasta 27.500 euros -destinando el mismo dinero, 5.500 euros, a comprar acciones de Inditex, Banco Santander, Telefónica, BBVA e Iberdrola - podrían acogerse a esta exención y prácticamente no tener que tributar por los dividendos percibidos. Y es que una cartera de estas caraterísticas supondría recibir unos dividendos totales de 1.504 euros al año, el límite que permite quedar exento.
Se trata de un ejemplo de una cartera modelo que podrían tener muchos pequeños inversores españoles que, si esta propuesta acaba aprobándose, saldrían perjudicados. En este momento, solo a partir de cantidades mayores se tributa al 21-25-27% en función de la cuantía mientras que de eliminarse, todos los inversores tributarían a uno de esos porcentaje desde el primer céntimo recibido como retribución.
Los expertos que respaldan que exista esta exención explican que realmente ocurre algo similar a lo que sucede en el impuesto de patrimonio. Se entiende que existe una doble tributación, ya que la empresa ya ha rendido cuentas a Hacienda por los beneficios generados y el accionista vuelve a tributar por ese dinero que reparte la compañía.
Javier Flores, de Asinver, opina que esta será "una de las medidas que se sacarán adelante, está en la línea de fondo de la propuesta general que tiende a eliminar deducciones o exenciones". El experto considera que perjudica claramente al pequeño ahorrador: "Es incoherente. Se está pidiendo a los ciudadanos que ahorren, que construyan un capital ellos mismos para su jubilación y, por tanto, hay que incentivar el ahorro y protegerlo en lugar de poner estas trabas".
Sin embargo, el comité de sabios justifica su eliminación, textualmente, porque "ni compensa pérdidas ni responde a criterios de reconocimiento o mérito social, ni pretende ahorrar gastos públicos, ni se refiere a criterios de técnica tributaria ni constituye un incentivo para conductas valorables socialmente".
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