Los despidos vuelven a la planta de Ford Valencia, que acometerá su segundo ERE apenas un año después | Economía | EL PAÍS
La dirección de la fábrica en la que se emplean unas 4.700 personas ha convocado una reunión para el próximo 28 de mayo. El motivo es la falta de carga de trabajo
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Los despidos vuelven a la planta de Ford Valencia, que acometerá su segundo ERE apenas un año después
La dirección de la fábrica en la que se emplean unas 4.700 personas ha convocado una reunión para el próximo 28 de mayo. El motivo es la falta de carga de trabajo
Un trabajador entra en la planta de Ford Almussafes, Valencia.
Un trabajador entra en la planta de Ford Almussafes, Valencia.
EUROPA PRESS NEWS (EUROPA PRESS VIA GETTY IMAGES)
Manu Granda
MANU GRANDA
Madrid - 15 MAY 2024 - 13:40 CEST
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La dirección de Ford Almussafes (Valencia) ha convocado a los sindicatos para comenzar la negociación de un ERE (Expediente de Regulación de Empleo) el próximo 28 de mayo, según ha informado este miércoles el sindicato mayoritario en la planta, UGT. El motivo del que sería el segundo expediente en dos años es la falta de carga de trabajo. La factoría se ha quedado con un único modelo, el SUV Kuga, del que la compañía acaba de lanzar una nueva versión. Si bien la automovilística asignó recientemente un nuevo modelo multienergía (no tendrá versión eléctrica pura) a la fábrica valenciana, este llegará a mediados de 2027 y hasta entonces el volumen de actividad de la planta estará muy por debajo de su capacidad actual.
Ante ese escenario, la dirección de la planta acordó la extensión de un ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo) que afectará a un máximo de 2.300 personas diarias hasta el próximo 20 de junio, después de que la factoría abandonase la producción de la furgoneta Transit Connect, el otro modelo que fabricaba junto al Kuga hasta el pasado abril. Antes, ya había dicho adiós el Mondeo, el S-Max y el Galaxy.
El nuevo modelo que llegará en 2027 promete solucionar la falta de carga de trabajo de la factoría con una producción anual que alcanzaría las 300.000 unidades, según prometió la dirección europea de Ford a UGT en una reunión celebrada este mismo mes. Esta sería una cifra notablemente superior a las poco menos de 212.000 unidades que la planta de Almussafes ensambló en 2023 incluyendo los cuatro modelos que llegó a hacer el año pasado.
“Para acometer la larga travesía hasta que llegue el nuevo vehículo a las líneas de producción, hay que reflejar diferentes cuestiones neցro sobre blanco. Por ejemplo, qué volumen de empleo se requerirá, y en cuanto se cifra el excedente definitivo de personal, si es que lo hay”, ha explicado UGT en un comunicado.
Esta misma semana, Ford informó de que desistía de las ayudas de la segunda convocatoria del Perte del Vehículo Eléctrico y Conectado (Perte VEC II) que se le habían asignado ya de forma definitiva por parte de Industria, unos 37,6 millones de euros, debido a que sus planes ya no contemplaban la producción de un modelo eléctrico en Valencia. Esto se suma a los 106 millones que también había rechazado del primer Perte VEC, en ese caso por no poder cumplir con los plazos exigidos para la inversión.
Antes de rechazar estas ayudas, en verano de 2022, la planta valenciana había sido la escogida por la dirección mundial del fabricante para producir los últimos modelos eléctricos que aún le quedaban por asignar a Ford en Europa para esta década, una decisión que dejó sin futuro eléctrico a la factoría alemana de Saarlouis. Sin embargo, las inversiones para la producción de dichos modelos se fueron retrasando por las bajas perspectivas de ventas de los vehículos eléctricos en el mundo, lo que llevó a Ford a paralizar por completo sus inversiones en vehículo eléctrico en Europa a fines de 2023. Por ello, Ford anunció un nuevo modelo para Almussafes que garantizará más carga de trabajo incluso de la que hubiesen supuesto los eléctricos, según palabras del propio fabricante.
A pesar de la larga travesía que deberá de acometer la planta hasta 2027, UGT se ha mostrado optimista respecto al futuro de la fábrica que el año pasado redujo su plantilla en más de 1.100 personas. “Cambian las fechas y el modelo, pero no el compromiso por ambas partes [dirección y trabajadores]. Valencia tendrá vehículo y suficiente carga de trabajo, situación que lamentablemente no se producirá en todas las fábricas europeas”, ha señalado el sindicato, que ha convocado una asamblea general para los afiliados el próximo 1 de junio.
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