Como aporte personal sólo puedo asegurar que, llegado el caso de violencia real y criminal contra una mujer, perpetrada por vecinos delincuentes y sangrientos (no exagero), ya puedes llamar a la puerta que quieras . . . incluída la Jefatura del Estado o el fiscal antimafia de Málaga.
Los violentos son amparados por ABSOLUTAMENTE TODOS LOS ESTAMENTOS SOCIALES.
(Aparte de que me sobren pruebas y testigos, he llegado a entregar en mano documentación judicial probatoria desde Miguel Lorente hasta exministros de Justicia, instituciones, periodistas, diputados, asociaciones relacionadas con el maltrato hacia la mujer de todo el Estado, sindicatos, Defensor del Pueblo y del Menor de Andalucía, Amnistía Internacional, Legalitas, etc., etc., etc. . . . y así, personalmente, unas doscientas copias en CD de documentación probatoria).
Cuando las mafias político-económicas andan por medio, ya te pueden hacer daño delante de todo el mundo o entrar violentamente en tu casa -hasta por los techos- para darte palizas que te remiten al hospital . . .
Nadie interviene, la omertá es reina, el periodismo calla, la policía no responde y ningún abogado acepta llevar el caso, no se aceptan denuncias, desaparecen documentos, etc., etc., . . . antes bien, se intenta que la víctima ''REVIENTE'' (SIC!) y desaparezca lo antes posible de en medio, no sin antes saquear todos sus bienes emocionales y materiales, ''premiando'' a su vez, a todo colaborador necesario con mil formas de acoso cri-mi-nal.
Esto es, aquí y ahora, la Andalucía que yo conozco.
Malditos todos los que viven de producir daños absurdos y destrozar familias por un plato de lentejas . . . o por la titularidad de una fundación al uso por sus intentos de entretener y acallar a las víctimas.
Todo está demasiado podrido. Demasiado.
el barco de papel
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