M
Marina
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El PP y la elección olímpica
Pascual Serrano
Rebelión
Los dirigentes del Partido Popular han expresado su opinión sobre las
razones por las que Madrid no fue elegida sede de los Juegos Olímpicos.
Según Rajoy y Acebes se debió a la política exterior de Zapatero y sus
desplantes a Estados Unidos. Según Acebes, “el enfrentamiento con EEUU,
las ofensas que Zapatero ha hecho a símbolos de ese país”, explica que
Madrid no recibiera ningún apoyo heredado de la caída de la candidatura
de Nueva York. Aceptar o sólo sugerir esa tesis supone partir de
determinados esquemas mentales.
El primero es que los miembros del comité olímpico se fundamentan en
razones políticas. Ni deportivas, ni de valoración de las
infraestructuras, ni de garantía de seguridad u organización son los
motivos en que basan su elección.
El segundo esquema que comparte el PP es que nuestra política exterior
debería estar condicionada a los deseos de que una ciudad española sea
sede de unas olimpiadas.
Gracias a ese ejercicio de sinceridad de los dirigentes del Partido
Popular podemos descubrir la miseria del circo creado en torno a las
olimpiadas y la miseria de los principios en los que fundamentan su
política exterior.
Es de agradecer la elección olímpica por lo que nos ha ofrecido de
ilustrativas conclusiones.
Pascual Serrano
Rebelión
Los dirigentes del Partido Popular han expresado su opinión sobre las
razones por las que Madrid no fue elegida sede de los Juegos Olímpicos.
Según Rajoy y Acebes se debió a la política exterior de Zapatero y sus
desplantes a Estados Unidos. Según Acebes, “el enfrentamiento con EEUU,
las ofensas que Zapatero ha hecho a símbolos de ese país”, explica que
Madrid no recibiera ningún apoyo heredado de la caída de la candidatura
de Nueva York. Aceptar o sólo sugerir esa tesis supone partir de
determinados esquemas mentales.
El primero es que los miembros del comité olímpico se fundamentan en
razones políticas. Ni deportivas, ni de valoración de las
infraestructuras, ni de garantía de seguridad u organización son los
motivos en que basan su elección.
El segundo esquema que comparte el PP es que nuestra política exterior
debería estar condicionada a los deseos de que una ciudad española sea
sede de unas olimpiadas.
Gracias a ese ejercicio de sinceridad de los dirigentes del Partido
Popular podemos descubrir la miseria del circo creado en torno a las
olimpiadas y la miseria de los principios en los que fundamentan su
política exterior.
Es de agradecer la elección olímpica por lo que nos ha ofrecido de
ilustrativas conclusiones.