Alexander the Grape
Madmaxista
"Llevamos casi un siglo oyendo las mismas tonterías sobre alertas demográficas"
"Llevamos casi un siglo oyendo las mismas tonterías sobre alertas demográficas". Deia. Noticias de Bizkaia..
"El problema no es si tenemos más o menos nacimientos o cuántas personas hay, el problema es cuál es el bienestar y el confort del lugar en el que vive la gente", plantea sin ambages Julio Pérez, derribando alguno de los mitos más alarmistas sobre la caída de la natalidad
concha lago - Domingo, 29 de Julio de 2012 - Actualizado a las 05:38h
Julio Pérez Díaz es especialista en envejecimiento y en política demográfica.
Más de la mitad de los jóvenes vascos declara que no piensa tener hijos ¿Es culpa de la crisis?
El descenso de natalidad es una cosa que no tiene nada que ver con la crisis o tiene que ver muy poco. En los últimos 50 años la fecundidad, la tasa de hijo por mujer, no ha hecho más que descender y, sin embargo, la población ha aumentado muchísimo. Lo que no se quiere entender es que ha cambiado el sistema reproductivo. Antes se tenían muchos hijos que vivían poco tiempo, pero desde que hemos invertido más en sus cuidados, en proporcionarles recursos... se tienen menos. Y el efecto no ha sido ningún desastre demográfico.
Sin embargo, la pirámide está cambiando a pasos agigantados.
La pirámide va a cambiar queramos o no. Nunca más vamos a tener las pirámides del pasado, con la mitad de gente con menos de 15 años. Eso es impensable y ni siquiera es conveniente porque los países del mundo que tienen ese tipo de pirámides de población son los más atrasados.
Mantiene que es una falacia que la falta de niños haga peligrar las pensiones.
Que el envejecimiento de la población hace insostenible el Estado de Bienestar se decía en los años 20 en Francia. Llevamos casi un siglo oyendo las mismas tonterías de alertas demográficas. ¡Claro que con una crisis como ésta, el sistema de pensiones tiene un problema grave! Pero no por los cotizantes, sino porque tenemos más de cinco millones de parados. Si vivimos en un lugar que genera oportunidades laborales, educativas y que atiende a sus ciudadanos, siempre va a tener población porque llegará gente.
Perdone que le lleve la contraria pero algunos tachan las cifras de natalidad actuales como un suicidio demográfico.
Eso son explicaciones de círculos católicos y neoliberales, próximos a la ultraortodoxia cristiana. No se han enterado de que el mundo ha cambiado, que las mujeres han cambiado, que la gente vive muchos más años y no hace falta tener tantos hijos. Ellos siguen con esa tesis de creced y multiplicaos y no se han enterado de que ha habido una revolución reproductiva.
O sea que con 7.000 millones de personas en el mundo no tendría sentido estar preocupado por el relevo de generaciones.
Seguir hablando de la población vasca, catalana o española como entes cerrados es otra falacia demográfica que es de absoluto absurdo en términos de fronteras. España, y también Euskadi, han sido países típicamente pagapensiones. En la década de los 50 y 60 emigraron millones de personas. En los 80 empezó a reducirse ese saldo migratorio hacia fuera y en los 90 todo se invirtió y empezaron a llegar a llegar de forma masiva personas extranjeras.
¿Y qué contesta a esas tesis que mantienen que no habrá reemplazo generacional?
Pues que si seguimos ganando esperanza de vida, no hacen falta 2,1 hijos por mujer. No hace falta ni argumentarlo matemáticamente porque la realidad lo demuestra. España lleva desde mediados de los 70 con una fecundidad que no llega a esa tasa. Estamos en 1,4 hijos y hemos seguido creciendo. Eso solo sería verdad con una mortalidad estancada, pero estamos ganando esperanza de vida.
¿No ve entonces factible otro baby boom?
En absoluto, por una razón muy simple. Los seres humanos hemos dado un cambio radical, hemos pasado de tener muchos niños que eran explotados y la mitad no llegaba a los 15 años de edad a que ahora las mujeres tengan los hijos para ellas mismas. Esta es una revolución en la historia de la humanidad.
"Llevamos casi un siglo oyendo las mismas tonterías sobre alertas demográficas". Deia. Noticias de Bizkaia..
"El problema no es si tenemos más o menos nacimientos o cuántas personas hay, el problema es cuál es el bienestar y el confort del lugar en el que vive la gente", plantea sin ambages Julio Pérez, derribando alguno de los mitos más alarmistas sobre la caída de la natalidad
concha lago - Domingo, 29 de Julio de 2012 - Actualizado a las 05:38h
Julio Pérez Díaz es especialista en envejecimiento y en política demográfica.
Más de la mitad de los jóvenes vascos declara que no piensa tener hijos ¿Es culpa de la crisis?
El descenso de natalidad es una cosa que no tiene nada que ver con la crisis o tiene que ver muy poco. En los últimos 50 años la fecundidad, la tasa de hijo por mujer, no ha hecho más que descender y, sin embargo, la población ha aumentado muchísimo. Lo que no se quiere entender es que ha cambiado el sistema reproductivo. Antes se tenían muchos hijos que vivían poco tiempo, pero desde que hemos invertido más en sus cuidados, en proporcionarles recursos... se tienen menos. Y el efecto no ha sido ningún desastre demográfico.
Sin embargo, la pirámide está cambiando a pasos agigantados.
La pirámide va a cambiar queramos o no. Nunca más vamos a tener las pirámides del pasado, con la mitad de gente con menos de 15 años. Eso es impensable y ni siquiera es conveniente porque los países del mundo que tienen ese tipo de pirámides de población son los más atrasados.
Mantiene que es una falacia que la falta de niños haga peligrar las pensiones.
Que el envejecimiento de la población hace insostenible el Estado de Bienestar se decía en los años 20 en Francia. Llevamos casi un siglo oyendo las mismas tonterías de alertas demográficas. ¡Claro que con una crisis como ésta, el sistema de pensiones tiene un problema grave! Pero no por los cotizantes, sino porque tenemos más de cinco millones de parados. Si vivimos en un lugar que genera oportunidades laborales, educativas y que atiende a sus ciudadanos, siempre va a tener población porque llegará gente.
Perdone que le lleve la contraria pero algunos tachan las cifras de natalidad actuales como un suicidio demográfico.
Eso son explicaciones de círculos católicos y neoliberales, próximos a la ultraortodoxia cristiana. No se han enterado de que el mundo ha cambiado, que las mujeres han cambiado, que la gente vive muchos más años y no hace falta tener tantos hijos. Ellos siguen con esa tesis de creced y multiplicaos y no se han enterado de que ha habido una revolución reproductiva.
O sea que con 7.000 millones de personas en el mundo no tendría sentido estar preocupado por el relevo de generaciones.
Seguir hablando de la población vasca, catalana o española como entes cerrados es otra falacia demográfica que es de absoluto absurdo en términos de fronteras. España, y también Euskadi, han sido países típicamente pagapensiones. En la década de los 50 y 60 emigraron millones de personas. En los 80 empezó a reducirse ese saldo migratorio hacia fuera y en los 90 todo se invirtió y empezaron a llegar a llegar de forma masiva personas extranjeras.
¿Y qué contesta a esas tesis que mantienen que no habrá reemplazo generacional?
Pues que si seguimos ganando esperanza de vida, no hacen falta 2,1 hijos por mujer. No hace falta ni argumentarlo matemáticamente porque la realidad lo demuestra. España lleva desde mediados de los 70 con una fecundidad que no llega a esa tasa. Estamos en 1,4 hijos y hemos seguido creciendo. Eso solo sería verdad con una mortalidad estancada, pero estamos ganando esperanza de vida.
¿No ve entonces factible otro baby boom?
En absoluto, por una razón muy simple. Los seres humanos hemos dado un cambio radical, hemos pasado de tener muchos niños que eran explotados y la mitad no llegaba a los 15 años de edad a que ahora las mujeres tengan los hijos para ellas mismas. Esta es una revolución en la historia de la humanidad.