Nunca entiendes por dónde voy.
Me refiero a que hoy en día, en las provincias de la España profunda, hay una capa bastante gruesa de la población que después de haber estudiado toda la vida y ser los primeros de su familia en ir a la universidad tras 50 generaciones de mula y arado, se encuentran con que la única opción que les deja su provincia deprimida es seguir clavando codos, bien sacándose una segunda carrera, bien opositando, o bien convirtiéndose en concursante profesional de la tele.
Cuando yo jugaba al trivial en el torneo de internet más competitivo que había en España hace 20 años (del que por cierto salieron varios ganadores de Pasapalabra como César Garrido o Alberto Izquierdo -este último usaba el nick
@YasujiroOzu en Burbuja-), conocí a mucha gente que respondía a esta tipología: empollones de provincias con dos o tres carreras, opositando para tal o cual cosa, y obsesionados con memorizar todo lo que tuviera un mínimo aroma a "cultura" según los cánones del establishment académico-cultural español (que luego esta gente salen de España y no valen ni para friegaplatos, pero aquí inventan autoestima con la Espasa-Calpe que da gusto).
Pues es este tipo de empollón de provincias lo que más abunda en los concursos tipo Pasapalabra o Saber y Ganar desde hace ya muchos años.
Que por cierto, la infrarrepresentación de catalanes en estos concursos es exactamente igual que la infrarrepresentación de madrileños. A ver cuántos madrileños de pura cepa te encuentras que hayan ganado el rosco de Pasapalabra en los últimos 20 años. Desde luego, muchos menos de los que a Madrid le correspondería por población.