Puede libremente renunciar a reinar sin ningún castigo para su persona si regir le obliga a cometer actos contra Dios y contra su conciencia y honor. Ojalá esté en proceso de conversión, rezo por ello. Viva Cristo Rey.
No creo que sea lo mejor despojar a España de su figura monárquica tradicional (aunque ahora mismo tenga casi un mero valor simbólico) que es el nexo de unión sanguíneo, histórico e institucional con la Monarquía Hispánica Católica y ofrecer en bandeja los restos del país a la carroña rojaseparatista que busca quedarse solita con un poder absoluto.
Ya vemos lo que pasó cuando Alfonso XIII huyó. Y terminó bien porque salieron unos militares que pudieron vencer al marxismo en el campo de batalla. Lo mismo nos hubiésemos convertido en un satélite soviético.
El Rey sabrá el peso de sus responsabilidades y Dios le dará cuenta de cada una, pero ni a nosotros nos viene mal tener a la Corona ni al Rey le viene mal ir a misa. Le podrá hacer más o menos, pero nunca mal.
En ti se te nota furor y celo de converso (yo también lo he tenido), pero eso de ponerse a decir lo que no tienen que hacer o no los demás para salir del pecado mortal es cosa de Dios y de los confesores que evaluarán y juzgarán su responsabilidad en esas leyes aberrantes.
Por esa regla de tres podemos condenar a todos los que comen trabajando en una farmacia y venden anticonceptivos sin negarse a ello, o al que hace declaraciones de la renta, le toca hacer la de un homomonio lgtb no se niegan a presentarla reconociendo que esa unión es asimilable a una unidad familiar, o al que asesora empresas que actúan de manera poco lícita, o el que es recepcionista o dueño de un hotel y no niega una habitación a dos personas que claramente no están casadas y van a fornicar o incluso adulterar.......
Hay que tener muy en cuenta que este mundo actual es una gigantesca macroestructura de pecado, una máquina de crear pecadores empedernidos y obstinados. Nosotros mismos que a saber de dónde nos ha dado Dios la santísima gracia de levantarnos y salir del pozo ahora nos vamos a dedicar a jugar a que somos Santos y a ver a quien condenamos? No señor. Denunciemos todos y cada uno de los pecados aunque nos suponga muerte o hasta martirio si Dios quiere, pero si hay una época para tener paciencia con el pecador es esta, y no será nada comparado con la paciencia que Dios ha tenido con nosotros.