El bastón del Caduceo
Himbersor
Edit: Me he tomado la libertad de editar el texto original para darle un toque más dramático.
Y aconteció en aquellos días que se dijo a los cerdos:a "Haced festín con la zanahoria de Begoña, devoradla con fervor, y no pongáis vuestros ojos en nada más que en el plato de despojos que os sirve para llenar vuestro rostro y vuestras fauces. Haced festín, cerdos, haced festín. Como el el bichito, oh, qué gran banquete fue aquel, o la guerra en Ucrania, o la gripe A, o cada trama de corrupción proclamada como un grandioso espectáculo circense. ¡Qué fortuna, qué espléndido menú! Así, los comensales nunca se alzarán de la mesa; qué pan tan delicioso y qué circo tan maravilloso.
Haced festín, pero haced festín solo con vuestra cosa poco buena, pues no son para los cerdos los manjares delicados. Los cerdos deben saciarse con lo más simple y procesado, pues no les es fácil digerir lo complejo, ni mucho menos buscar su propio sustento, ya que un cerdo no es un noble jabalí; un cerdo es dócil y, aunque gruña, necesita que su señor lo alimente.
Haced festín, Y no alzad vuestro rostro del plato mientras gruñís, ni oséis mirar más allá de lo que se os presenta para llenar vuestros hocicos. Trabajar, comer y gruñir, qué triste maldición la de los cerdos"
Y aconteció en aquellos días que se dijo a los cerdos:a "Haced festín con la zanahoria de Begoña, devoradla con fervor, y no pongáis vuestros ojos en nada más que en el plato de despojos que os sirve para llenar vuestro rostro y vuestras fauces. Haced festín, cerdos, haced festín. Como el el bichito, oh, qué gran banquete fue aquel, o la guerra en Ucrania, o la gripe A, o cada trama de corrupción proclamada como un grandioso espectáculo circense. ¡Qué fortuna, qué espléndido menú! Así, los comensales nunca se alzarán de la mesa; qué pan tan delicioso y qué circo tan maravilloso.
Haced festín, pero haced festín solo con vuestra cosa poco buena, pues no son para los cerdos los manjares delicados. Los cerdos deben saciarse con lo más simple y procesado, pues no les es fácil digerir lo complejo, ni mucho menos buscar su propio sustento, ya que un cerdo no es un noble jabalí; un cerdo es dócil y, aunque gruña, necesita que su señor lo alimente.
Haced festín, Y no alzad vuestro rostro del plato mientras gruñís, ni oséis mirar más allá de lo que se os presenta para llenar vuestros hocicos. Trabajar, comer y gruñir, qué triste maldición la de los cerdos"
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