La pena es que el UGC, cuando abrieron el centro comercial, estaba de querida madre. Sesiones matutinas los fines de semana, pelis en VOS, mucho cine independiente, incluso ciclos especiales en colaboración con la SEMINCI.
Entre 2002 y 2005, más o menos, mi novia y yo solíamos ir al cine todos los viernes y sábados por algo como 2,5€ - 2,8€, en aquellos años, si no recuerdo mal. Incluso algunos sábados, nos tragábamos dos seguidas.
En Valladolid no hay mucho que hacer aparte de ir al cine o amar, así que con las salas completamente vacías, y cinéfilos empedernidos, el UGC era una gozada.
Desde que cambiaron de dueño, eso sí, no echan más que cosa, que me parece perfecto, porque aquella primera época duró poco, ya que no iba ni dios, como digo, y desde la blockbusterizacion, los sábados se suele petar, sobre todo de un tiempo a esta parte. Entre lo malas que son las pelis en general (dicen del cine español, pero es un mal global) y la fruta jauría de maleducados que abarrotan las salas, este año creo que hemos ido una vez en lo que va de 2011.
Pero a pesar del cierre de buena parte de las tiendas, últimamente se nota más gente, incluso han reabierto la bolera, y los papis agorafóbicos con sus niños, cada vez gozan más de la seguridad y protección que les brindan los espacios cerrados, sin peligros ni inclemencias climatológicas, entreteniendo la prole con espectáculos casposos adornados de cartón piedra, que al ser gratis, suplen cualquier ausencia de calidad.
Asimov soñó un futuro cercano donde la humanidad se vería obligada a encerrarse en Bóvedas de Acero para protegerse de la radiación. No creo que se le pasara por la cabeza que al final, los humanos decidirían esconderse del exterior en otro tipo de bóvedas, con mucho diseño ultrafashionbarrocozen, creándose un mundo tan falso, por mera voluntad propia.
La verdad es que no hay nada más triste que un puñetero centro comercial. Pero en el Poly suele haber coches de slot a 20 leuros...