El capitalismo tiene un gran partido internacional o global que sirve a sus intereses, se llama o lo llaman, los mercados, que no son más que un conjunto de megagrupos, megacorporaciones y megafondos de inversiones que trabajan para el capital. Es decir, más concentración de riqueza y más pobreza. Que es lo que ha venido sucediendo en Europa tras estas reformas.
Después están las democracias, que eligen partidos en ámbitos nacionales y que son incapaces de hacer frente a los deseos de las grandes fuerzas internacionales del capital y que al final acaban siendo malabaristas fracasados en cuadrar las exigencias del capital y las demandas de sus ciudadanos en detrimento de lo segundo.
Ciudadanos, cada vez más manipulados por los medios de comunicación y ya incapaces de comprender la realidad, situados intelectualmente bajo un escenario controlado del tipo win-win para el capital.
Ya lo dijo Wareen Buffet: “por supuesto que hay una lucha de clases, y es mi clase, la de los ricos, los que la están librando, y vamos ganando”.
Este artículo es una buen muestra del doble pensar, en la realidad actual, sólo puede existir una izquierda, la que hace lo que el capital quiere que haga. Si existe una izquierda que no haga eso (España, Grecia y Portugal), es decir los elementos esclavizados del nuevo sistema, entonces son ideologías o movimientos poco apreciables.
Señores estamos ante la dictadura más sofisticada de todos los tiempos.
Podemos es España y el Frente Nacional en Francia son los dos granos en el ojo ciego que tiene ahora la Europa de los mercados.