BOE 27/12/2013 Ley 24/2013, de 26 de diciembre, del Sector Eléctrico y cambio en el control de deud

La subasta de la semana pasada era puro teatro!.

No tiene por qué y en el futuro es previsible que estas "subastas" arrojarán unos precios con variaciones erráticas y salvajes.

El problema no es la subasta sino la estructura económicamente patológica de todo el sector, una estructura creada por varias generaciones de planificadores estatales deficientes mentales.

Para la determinación de precios y la asignación de recursos de un sector, el mercado que proporciona las variaciones más suaves y previsibles de precios es el mayor mercado posible. Esto es una propiedad estadística y ocurre simplemente porque en un mercado muy grande las variaciones de producción y de consumo en distintas partes tienden a cancelarse y las situaciones de escasez o sobreoferta sa hacen más raras.

Por ejemplo: si el precio de la verdura en Parla se decide en un mercado central cerrado en Parla las variaciones de precio serán más acusadas porque reflejarán situaciones de escasez o sobreoferta en una región muy pequeña: bastará con que un solo agricultor de la zona decida no plantar tomate para que el precio del tomate se dispare y si un colegio decide incluir un plato de borrajas en el menú hará subir el precio de la borraja.

Si ese mercado de la verduda de Parla se interconecta con cientos de otros mercados en la provincia de Madrid o en toda la meseta las variaciones de precios serán mucho menores porque los transportistas (arbitragistas) trasladarán verdura de unos lugares a otros cubriendo situaciones de escasez en unos lugares con excesos de oferta en otros.

En el ese demencial engendro del crony capitalism que es el sector eléctrico español, la inmensa mayoría de la asignación de recursos y rentas es decretada mediante la ley como una serie de prebendas y privilegios por un grupo de planificadores centrales deficientes mentales. Solo una parte marginal (en el sentido económico) de los recursos y las rentas son asignadas por una pantomima de mercado libre y la famosa subasta.

Y de aquí proviene el problema, si la inmansa mayoría de la oferta y de la demanda y casi toda la asignación de recursos y rentas ha sido fijada por los crony capitalists la caricatura de mercado libre y su subasta son el único grado de libertad que queda en el sistema y en ese precio brutalmente cambiante afloran todos los desequilibrios.

Supongamos, por ilustrar el fenómeno, que el consumo, la demanda promedio del sistema sea 100 y que varíe entre 90 y 110. Si aplicamos un mercado libre a la totalidad del sistema observaremos cambios pequeños de precio porque el desajuste es solo de un 10%.

Sin embargo, el sistema eléctrico español no aplica un mercado a la totalidad del sistema. Supongamos que las nucleares tienen garantizada por ley la venta de toda su producción a un precio que no depende de las ofertas que hagan esas nucleares y que las nucleares cubren 30 de las 100 unidades de consumo.

Las renovables, las eólicas por ejemplo, tienen garantizado por ley que venderán toda su producción a los contribuyentes a precios fijados (las primas) que tampoco tienen que ofertar nada y que su producción cubre entre 0 y 70 unidades de consumo.

Las centrales de ciclo combinado, que actuan como buffers de emergencia que rellenan los déficits de producción, tienen garantizado por ley unos ingresos fijos que cubren sus costes de capital, algo que hace que les resulte rentable tener sus centrales permanentemente paradas.

Un coctel demencial como este puede hacer que en ciertas épocas los productores con ingresos garantizados generen 105 para una demanda de 92. El precio de la subasta en estas condiciones sería cero.

Esto es algo que jamás ocurriría en un mercado libre simplemente porque ningún productor produce para vender a precio cero pero como en este engendro una gran fracción de los productores cobran elevador precios simplemente por producir, aunque esa producción sea vendida a precio cero, la caída del precio del mercado no logra frenar la sobreproducción y lo que es más grave, esa caida de precio del mercado tampoco logra frenar la sobreinversión y la creación de una monstruosa sobrecapacidad instalada. (El que los ganaderos subsidiados europeos tiren la leche por las alcantarillas es un ejemplo de esta aberración)

En otras situaciones, los productores con derecho a pernada sobre los contribuyentes: nucleares y renovables, producirán 80 para una demanda de 108. En estos casos, los productores con producción modulable, como los ciclos combinados deberían cubrir la diferencia pero nuevamente el crony capitalism sabotea al mercado en estos casos: esos ciclos combinados son rentables, gracias a las prebendas del cortijo, si deciden quearse paradas y solo ofertan producción si el gasto en gas en que incurren compensa el precio que obtienen por la producción.

Todo este conjunto de aberraciones hace que el precio de la subasta pueda oscilar fácilmente entre cero e infinito.

El origen de estas aberraciones, que equivalen a un suicidio económico cierto, no está en la liberalización del sistema, por supuesto, sino en todo lo contrario. En esencia, el Estado garantiza a todos los productores, a toda la oferta, que obtendrán "beneficios razonables" independientemente de que produzcan la mitad o el doble de lo que se demande o que los costes de producción se multipliquen por 20.

Para lograr que un sistema de producción ultra ineficiente tenga beneficios, esa misma ley sacrifica sistemáticamente a la demanda, a los consumidores industriales y a los hogares.

Este es un callejón sin salida al que inevitablemente llegan todos los modelos económicos fascistas (corporatistas): la aristocracia estatal insiste en mantener la barra libre de prebendas para sus redes clientelares y mafias amigas pero no aceptan la erosión electoral que supone descargar sobre los ciudadanos y votantes el coste de esas prebendas.

Los esquemas económicos corporatistas (fascistas o keynesianos) funcionan, o simulan funcionar, mientras el apilamiento de deuda o la descapitalización patrimonial (la venta de las joyas de la abuela, asalto a la caja de pensiones, devaluaciones monetarias, QE, etc) permitan conceder prebendas sin que los votantes noten que están siendo saqueados y se derrumban catastróficamente cuando estos trucos contables llegan al fondo del pozo.

El problema cuando se llega al final de la escapada es que los Montoros, Nadeles, Krugmans de turno son demasiado estúpidos para entender que se ha llegado al final del pozo: recuerdan que "esto antes solía funcionar perfectamente", no entienden por qué ahora no funciona el juguete y se obstinan estúpidamente en lograr que el juguete vuelva a funcionar.

Ignoran un axioma fundamental de la economía: no es posible saquear nada a alguien al que ya se le ha saqueado todo.
 
d) Cualquier otra modalidad de consumo de energía eléctrica proveniente de una instalación de generación de energía eléctrica asociada a un consumidor.

Según lo entiendo yo:

Con este punto se cubren, si se es consumidor, es decir, se tiene un contrato con una eléctrica, hay que pagar.

La única forma de no pagar el peaje es no tener un contrato y no ser por tanto consumidor. No vale con tener dos redes diferenciadas dentro de la misma instalación (casa, nave, pabellón, local....).


¿¿dice algo al ley sobre las baterías??
Cargar baterías con la tarifa supervalle y utilizar su energía durante el día o para ahorrar en el termino de potencia.
 
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