Altos cargos de la Agencia Tributaria viviendo en palacetes por 350 euros mensuales

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Estas viviendas ubicadas en dependencias de la AEAT tienen un tamaño medio de 186 metros cuadrados
Un empleado público durante su jornada laboral, en la oficina de la Agencia Estatal de la Administración Tributaria

Un empleado público durante su jornada laboral, en la oficina de la Agencia Estatal de la Administración Tributaria FOTO: GUSTAVO VALIENTE EUROPA PRESS

La Agencia Estatal de Administración Tributaria (AEAT), más conocida como la Agencia Tributaria es una entidad de derecho público de la Administración General del Estado que se encarga de la gestión del sistema tributario y aduanero estatal, así como de aquellos recursos de otras Administraciones públicas nacionales o de la Unión Europea, cuya gestión se le encomiende.


En definitiva, tiene como misión comprobar si la ciudadanía cumple o no sus obligaciones fiscales. Pero, ¿quiénes están al tanto de las acciones que realizan los empleados de esta entidad? ¿Obtienen alguna serie de beneficios al trabajar en la AEAT?

No es nada nuevo encontrar a altos funcionarios de esta entidad cuyo sueldo supera los 100.000 euros anuales, viviendo en enormes inmuebles de propiedad pública en las mejores zonas de algunas ciudades españolas por unos alquileres ultrarreducidos que pueden suponer unos 350 euros mensuales. Tanto es así, que desde hace años, más de una veintena de estos cargos se encuentran en esta situación, tal y como aseguran desde eldiario.es.

Desde la Agencia Tributaria a través de un correo electrónico explican a este diario que a 10 de febrero de 2022, “en total son 32 los inmuebles ocupados” y que de estos, cinco están ocupados por delegados especiales, doce, por delegados provinciales y las quince restantes están “ocupadas por administradores, responsables de Aduanas y de Vigilancia Aduanera, porteros…”.

En este sentido, casi un tercio de los delegados especiales de la agencia se encuentran en esta situación que por norma general, suelen ser los inspectores de Hacienda, los cuales superan con creces los 100.000 euros brutos anuales. No obstante, una de las últimas vivienda ocupadas, de acuerdo con este organismo, fue la de un delegado provincial en noviembre.

Asimismo, el tiempo que estos cargos permanecen en estos inmuebles es variable, ya que en algunas circunstancias estas viviendas ocupadas pueden mantenerse “durante muchos años”, y estos, se combinan con “casos de delegados especiales y provinciales cuya permanencia en el cargo, y por tanto, con permanencia en la vivienda, depende del momento de su nombramiento y cese”.

Estas viviendas ubicadas en dependencias de la AEAT tienen un tamaño medio de 186,48 metros cuadrados, ya que “la superficie máxima es de 423 m2 y la mínima de 40 m2″, tal y como indica la agencia. Pero, ¿a qué se debe que paguen tan poco por estos inmuebles?

De acuerdo con la ley del IRPF, esta estipula que el disfrute gratuito o por un precio inferior al de mercado de un inmueble para fines particulares es una renta en especie. En ese sentido, se valora mediante un porcentaje del 5% o el 10% del valor catastral de la vivienda, en función de si el municipio de residencia ha revisado o no esos valores en la última década; aunque la valoración no puede superar el 10% de la retribución anual del trabajador.

En este sentido, un delegado que cobre 100.000 euros anuales, la máxima valoración del inmueble serían 10.000 euros, al aplicarse el 10%, con lo que el coste para éste sería el el tipo marginal del IRPF. “Suponiendo un tipo del 45%, serían 4.500 euros, que suponen 375 al mes por viviendas cuyo valor de mercado real en régimen de alquiler sería de varios miles de euros”, resume un fiscalista consultado.

La cifra global de viviendas ocupadas que facilita se acerca a la que figura en un inventario de viviendas y aparcamientos reservados para vehículos particulares de funcionarios de la AEAT que han elaborado UGT, CCOO y el Sindicato Independiente de la Agencia Tributaria (SIAT), mayoritarios en el organismo.

Los pisos de los cargos de la AEAT
A pesar de que los inmuebles ocupados por los altos cargos de este organismo no se encuentran en las dos grandes capitales españolas, Madrid y Barcelona; estas si que se localizan en ciudades muy relevantes como A Coruña, Alicante, Almería, Cádiz, Córdoba, Donostia, Granada, Palma o Vigo, aunque bien es cierto, que los sindicatos reconocen que este listado puede contener errores.

En cuanto a las plazas de garaje en dependencias de la agencia, esto también supone otro aspecto polémico; ya que no solo ocupan inmuebles, sino que estos y otros funcionarios del organismo también disfrutan de más de medio centenar de plazas para uso particular. En este sentido, las organizaciones sindicales analizan esta situación de cara a una posible denuncia por presunto uso indebido de bienes públicos.

No obstante, de acuerdo con la normativa interna de esta agencia, no se “contempla” la vinculación del uso de plazas de aparcamiento con las viviendas oficiales. “Las ocupan por un uso profesional, igual que en muchos edificios hay plazas para otros muchos empleados que no tienen cargo. En el caso de los delegados especiales, además, se da la circunstancia de que son los máximos responsables del edificio, tengan o no vivienda en él. Por ejemplo, si se produce un siniestro fuera del horario laboral, son ellos los que acuden”, argumenta la AEAT.

Según los tres sindicatos, así como el presidente de la Asociación de Inspectores de Hacienda del Estado (IHE), Julio Ransés Pérez Boga, sostienen que estas personas no pagan los gastos de suministros de sus casas. Sin embargo, desde la Agencia Tributaria niegan esta información: “Los consumos son soportados por los usuarios de las viviendas”. Se han instalado contadores individualizados de forma paulatina, siempre dependiendo “de las posibilidades que aprecie el instalador”.

En este sentido, “en los casos donde no haya sido posible se mantiene el sistema anterior, en el que se hacía un prorrateo del consumo del edificio en función de la proporción de superficie total que suponía la vivienda”, asegura la AEAT. Por tanto, teniendo en cuenta el tamaño de muchas de esas viviendas supera los 300 metros cuadrados, la factura energética de los últimos meses se antoja abultada.

“Todos los gastos de la vivienda son a cuenta del Estado. Lo pagamos tú y yo. La luz, el agua, el teléfono, y todas las reparaciones que tenga la vivienda. Y si no les gusta el tonalidad rosa, lo pintan de rojo. A cuenta nuestra, claro. Esto es así. Que demuestren que lo que dicen los sindicatos es mentira”, asevera Ceferino Trillo, secretario general de SIAT.

De acuerdo con estos tres sindicatos, esta “utilización de medios públicos para uso particular” pone “en entredicho el compromiso con los valores éticos que han de guiar las actuaciones de la AEAT”, “manteniendo privilegios del siglo XIX” y mientras la agencia está “alquilando oficinas con cargo a los Presupuestos Generales del Estado”. Pérez Boga, de IHE, coincide en que es “terrible” que se ocupen viviendas en municipios donde a la AEAT le falta espacio y tiene que alquilar inmuebles.

¿Cuál es el valor catastral de esas viviendas?
El valor catastral de las 34 viviendas del Estado que estaban ocupadas por funcionarios de la AEAT a 16 de diciembre de 2021 van desde los 16.562 euros hasta 1.224.686 euros. Sin embargo, ese valor, con el que se calcula la correspondiente retribución en especie que se imputa a cada funcionario por disfrutar de esas viviendas, lleva más de 10 años sin actualizarse en la inmensa mayoría de casos.

Desde este organismo señalan que se ha producido “una reducción importante” del número de viviendas del Estado ocupadas por su personal: “Más de un 20%” desde septiembre de 2018 hasta febrero. Además, en 2020, la entidad aprobó una normativa interna “para fijar criterios que permitieran orientar las decisiones sobre ocupación y uso de las viviendas”. Con carácter general, serán “espacios a destinar, en el futuro, a usos administrativos”, salvo en Ceuta, Melilla, Algeciras y las cinco islas canarias que no son sede de delegación, para “facilitar la aceptación de destino en estos territorios” por parte de los funcionarios.

“En el caso de las viviendas ocupadas por razón de cargo, cuando se produce un relevo sólo se ofrecerá la vivienda a la persona que ocupe el puesto si el nombramiento le supone el traslado a un término municipal distinto”, razona la AEAT.

“En todo caso, las viviendas se podrán suprimir, o reducir su superficie, cuando se considere acreditada la necesidad de cada espacio concreto para uso administrativo o dado el estado de conservación de la vivienda. Adicionalmente, se establece que en los proyectos de construcción de nuevos inmuebles no se habilitarán ya espacios destinados a uso de vivienda” y que en las rehabilitaciones se eliminarán las existentes.

La situación actual es muy “variada” y las grandes delegaciones, que suelen ser los territorios que más espacio de oficinas necesitan, no tienen viviendas ocupadas. “Ha habido casos en años anteriores donde el propio delegado o delegada especial ha renunciado a la vivienda al asumir el cargo, como por ejemplo años atrás en Valladolid”. Y “muy recientemente en Almería y Cáceres los delegados entrantes no han ocupado la vivienda, quedando a partir de entonces definitivamente desocupada”.

Pérez Boga, de IHE, recuerda las razones históricas de una práctica centenaria poniendo el ejemplo de las aduanas. En el pasado, cuando se hacía el levante de la mercancía que llegaba a puerto, era obligatorio que un funcionario convalidase la declaración sumaria y le diera el visto bueno a la operación independientemente de la hora.

“Con los años y la entrada en la UE llegan otros procedimientos”, hay declaraciones telemáticas, y la presencia del funcionario solo se exige en horario de oficina. “Pero entonces facilitaba mucho las cosas vivir en el propio edificio de la aduana. Cogías un abrigo, te lo ponías encima del pijama, bajabas a ver el barco y tramitabas la declaración, le ponías el sello y se lo entregabas al transportista para que pudiera sacar las mercancías del recinto aduanero. Aquello en el pasado tenía sentido. Ahora ya no”, sentencia.


Por 350€ en ciertas capitales, no te da ni para vivir en un piso compartido. Cómo se nota que el gobierno trata muy bien a sus mejores siervos. Los de hacienda. Los que sacan dinero para sus cosas.
 
¿Te imaginas que tienes una empresa? ¿Y que esa empresa es propietaria de varios inmuebles? ¿Y que te alquilas a tí mismo uno de ellos, un palacete, por 350 eurillos? ¿Y que te toca una extorsión inspección de Hacienda? Me entran sudores fríos sólo de pensarlo...
 
Yo conocí al hijo de uno cuando era joven. Vivía en un palacio con jardincito en pleno casco histórico de Toledo.
 
Por 350€ en ciertas capitales, no te da ni para vivir en un piso compartido. Cómo se nota que el gobierno trata muy bien a sus mejores siervos. Los de hacienda. Los que sacan dinero para sus cosas.

Leeros los tochos, shishi.

Que parece que no se lo haya leído ni el que lo ha escrito.

Como ya dije en el otro hilo con el mismo enlace y el mismo mensaje no se trata de un alquiler sino de una retribución en especie.


De acuerdo con la ley del IRPF, esta estipula que el disfrute gratuito o por un precio inferior al de mercado de un inmueble para fines particulares es una renta en especie. En ese sentido, se valora mediante un porcentaje del 5% o el 10% del valor catastral de la vivienda, en función de si el municipio de residencia ha revisado o no esos valores en la última década; aunque la valoración no puede superar el 10% de la retribución anual del trabajador.

En este sentido, un delegado que cobre 100.000 euros anuales, la máxima valoración del inmueble serían 10.000 euros, al aplicarse el 10%, con lo que el coste para éste sería el el tipo marginal del IRPF. Suponiendo un tipo del 45%, serían 4.500 euros, que suponen 375 al mes por viviendas cuyo valor de mercado real en régimen de alquiler sería de varios miles de euros”, resume un fiscalista consultado.

Y la explicación de por qué estos funcionarios disfrutan de esas viviendas (sin pagar alquiler por ellas) por razón del desempeño del cargo es la misma que la de las Casas Cuartel de la Guardia Civil tal y como dice el mismo artículo al final

Pérez Boga, de IHE, recuerda las razones históricas de una práctica centenaria poniendo el ejemplo de las aduanas. En el pasado, cuando se hacía el levante de la mercancía que llegaba a puerto, era obligatorio que un funcionario convalidase la declaración sumaria y le diera el visto bueno a la operación independientemente de la hora.

“Con los años y la entrada en la UE llegan otros procedimientos”, hay declaraciones telemáticas, y la presencia del funcionario solo se exige en horario de oficina. “Pero entonces facilitaba mucho las cosas vivir en el propio edificio de la aduana. Cogías un abrigo, te lo ponías encima del pijama, bajabas a ver el barco y tramitabas la declaración, le ponías el sello y se lo entregabas al transportista para que pudiera sacar las mercancías del recinto aduanero. Aquello en el pasado tenía sentido. Ahora ya no”, sentencia.



Pues nada.

A seguir con los análisis que he leído en este hilo y en el otro.

Lo puñetero claváis.
 
¿y esto no es una forma encubierta de corrupción?
 
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