Lo que faltaba ya, que gente de la cuerda de Ada Colau le pide a la Iglesia que no meta sus narices en asuntos de estado como la Ley del Aborto, ahora apele a la religión para legislar sobre temas económicos. :
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Somos un estado laico para lo bueno y para lo malo. Así que nada, a pagar lo que se debe.
Y si realmente uno quiere ayudar al necesitado, hay mucha gente que duerme en la calle. ¿Por qué no les ofrecéis una habitación en vuestra casa, un plato de comida a estas pobres gentes que son las que de verdad lo pasan mal, y no los que les niegan comprar una lavadora a crédito o pedir otra hipoteca, porque han dejado un pufo de 6 dígitos?
He dicho los verdaderos cristianos.
También los verdaderos cristianos no discriminan ayudan a todos por igual.
Porque para los cristianos todos somos hijos de Dios.Creas o no en el...
Claro que lo hacemos.Que sabe nadie de la vida de nadie.Pero para ayudar te tienes que dejarte ayudar.
Lo que no hacemos es imponer nada a nadie.Por que sabemos que los hombres son libres.
Solo actuamos cuando hay que defender a los que no se pueden defender.Estan indefensos dejados de la mano de Dios, entendemos.Y las familias desahuciadas no se pueden defender frente a una empresas protegidas por el estado.Los bancos.
Somos así de dolidos los cristianos.
Los dos deudores
23 Por lo cual el reino de los cielos es semejante a un rey que quiso hacer cuentas con sus siervos.
24 Y comenzando a hacer cuentas, le fue presentado uno que le debía diez mil talentos.
25 A éste, como no pudo pagar, ordenó su señor venderle, y a su mujer e hijos, y todo lo que tenía, para que se le pagase la deuda.
26 Entonces aquel siervo, postrado, le suplicaba, diciendo: Señor, ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo.
27 El señor de aquel siervo, movido a misericordia, le soltó y le perdonó la deuda.
28 Pero saliendo aquel siervo, halló a uno de sus consiervos, que le debía cien denarios; y asiendo de él, le ahogaba, diciendo: Págame lo que me debes.
29 Entonces su consiervo, postrándose a sus pies, le rogaba diciendo: Ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo.
30 Mas él no quiso, sino fue y le echó en la guandoca, hasta que pagase la deuda.
31 Viendo sus consiervos lo que pasaba, se entristecieron mucho, y fueron y refirieron a su señor todo lo que había pasado.
32 Entonces, llamándole su señor, le dijo: Siervo malvado, toda aquella deuda te perdoné, porque me rogaste.
33 ¿No debías tú también tener misericordia de tu consiervo, como yo tuve misericordia de ti?
34 Entonces su señor, enojado, le entregó a los verdugos, hasta que pagase todo lo que le debía.
35 Así también mi Padre celestial hará con vosotros si no perdonáis de todo corazón cada uno a su hermano sus ofensas.
Mateo 18:23-35