Enxenplo del omne e de la muger e del papagayo e de su moça, Sendebar
»-Señor, oí dezir que un omne que era çeloso de su muger, e conpró un papagayo e metiólo en una jabla e púsolo en su casa, e mandóle que le dixiese todo quanto viese fazer a su muger e que non le encubriese ende nada, e después fue su vía a recabdar su mandado, e entró su amigo d’ella en su casa do estava, e el papagayo vio quanto ellos fizieron. E quando el omne bueno vino de su mandado, asentóse en su casa en guisa que non lo viese la muger. E mandó traer el papagayo e preguntóle todo lo que viera, e el papagayo contógelo todo lo que viera fazer a la muger con su amigo. E el omne bueno fue muy sañudo contra su muger e non entró más do ella estava. E la muger cuidó verdaderamente que la moça la descubriera e llamóla estonçes e dixo:
»-¿Tú dexiste a mi marido todo quanto yo fize?
»E la moça juró que non lo dixiera:
»-Mas sabed que lo dixo el papagayo.
»E quando vino la noche, fue la muger al papagayo e desçendiólo a tierra e començóle a echar agua de suso como que era luvia e tomó un espejo en la mano e parógelo sobre la jabla, e en la otra mano una candela, e parávagela de suso, e cuidó el papagayo que era relánpago; e la muger començó a mover una muela, e el papagayo cuidó que eran truenos; e ella estuvo así toda la noche, faziendo así fasta que amanesçió. E después que fue la mañana, vino el marido e preguntó al papagayo:
»-¿Viste esta noche alguna cosa?
»E el papagayo dixo:
»-Non pud’ ver ninguna cosa con la gran luvia e truenos e relánpagos que esta noche fizo.
»E el omne dixo:
»-En quanto me as dicho es verdat de mi muger así commo esto. Non á cosa más mintrosa que tú, e mandarte é dar de baja de la suscripción de la vida.
»E enbió por su muger e perdonóla e fizieron paz.
»E yo, señor, non te di este enxenplo sinon por que sepas el engaño de las mugeres, que son muy fuertes sus artes e son muchos, que non an cabo’ nin fin.»
E mandó el Rey que non matasen su fijo.