McNulty
Será en Octubre
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Soy asiduo viajante del metro de Madrid. Y día sí día también me encuentro con españoles, compatriotas míos, pidiendo limosna. Hoy un padre de familia, se ofrecía a trabajar por comida (era electricista y tenía tres hijos), todo el vagón a su bola, con sus smartphones y caras de amargamiento, salvo alguna señora mayor que le dió algo más de 30 céntimos.
Muchos españoles, que podríamos ser cualquiera de nosotros, están en el límite. Mientras, latinoamericanos, personas de color y jovenlandeses trabajen o no, me da igual, ocupan puestos de trabajo que deberían tener prioridad para la gente de aquí. Se aprovechan de paguitas del Estado para parasitar a los españoles. Se están riendo de nosotros. Las élites de este país siguen llenándose los bolsillos, y nosotros luchando por cuatro migajas, que mañana serán dos.
Hoy conocíamos datos de paro, y salían datos muy tristes, y es que 351.842 parados perdieron todas sus prestaciones en agosto. Toda esa gente se ve expulsada del sistema. Un sistema que está colapsando poco a poco, y que cada día merece menos la pena sostenerlo. Lo siento por los jubilados, o protojubilados que no tengan muchos ahorros, y es que lo van a pasar bastante mal sus últimos días de vida.
La gente sigue inmóvil, sigue pagando impuestos, sigue obedeciendo, sigue teniendo miedo a ser uno de esos que se quedan en la cuneta. ¿A donde vamos?
Muchos españoles, que podríamos ser cualquiera de nosotros, están en el límite. Mientras, latinoamericanos, personas de color y jovenlandeses trabajen o no, me da igual, ocupan puestos de trabajo que deberían tener prioridad para la gente de aquí. Se aprovechan de paguitas del Estado para parasitar a los españoles. Se están riendo de nosotros. Las élites de este país siguen llenándose los bolsillos, y nosotros luchando por cuatro migajas, que mañana serán dos.
Hoy conocíamos datos de paro, y salían datos muy tristes, y es que 351.842 parados perdieron todas sus prestaciones en agosto. Toda esa gente se ve expulsada del sistema. Un sistema que está colapsando poco a poco, y que cada día merece menos la pena sostenerlo. Lo siento por los jubilados, o protojubilados que no tengan muchos ahorros, y es que lo van a pasar bastante mal sus últimos días de vida.
La gente sigue inmóvil, sigue pagando impuestos, sigue obedeciendo, sigue teniendo miedo a ser uno de esos que se quedan en la cuneta. ¿A donde vamos?