Dentro del centro penitenciario los internos pueden seguir fumando en áreas habilitadas expresamente. Eso sí, ??por norma general, los reclusos fumadores reciben consejos generales para dejar el hábito cuando pasan por la consulta médica.
Si el interés por abandonar el tabaco es firme, también reciben apoyo psicológico. En algunos casos, cuando la vida del interno ha peligrado por culpa del tabaco, la administración ha llegado a costear los medicamentos para dejar de fumar.
Ahora, la idea es ampliar el acceso gratuito a este tratamiento siempre que los problemas de salud de los pacientes lo hagan aconsejable.
Según la Sociedad Española de Neumología , un tratamiento completo para dejar el tabaco cuesta entre 160 y 200 euros por persona y tiene una efectividad del 40%.