Digamos que en la historia de la civilización, los que hemos hecho el ridículo somos los seres humanos, las religiones y los sacerdotes siempre han prosperado y manejado esferas de poder.
Gracias a la libertad hoy es posible criticar y observar con chanza el proceder de todas las religiones. En especial, en el vídeo, de los protestantes estadounidenses. Estos pastores y telepredicadores carecen de vergüenza y son capaces de pedir a sus feligreses que le envien cheques para mantener su Cadillac.
La iglesia católica, más antigua y sabia, ha aprendido de sus errores pasados y no apela de forma tan insultante al bolsillo de sus feligreses.
Todas las religiones tienen sacerdotes (o asmilidados) y templos que deben ser mantenidos.