Caladan
Madmaxista
Estaba pensando en el referéndum de Escocia, y en los escoceses que van a depositar su voto para decidir su estatus como nación. Lo primero que se me viene a la cabeza, es lo orgullosos que deben de sentirse con sus gobernantes por su talante democrático. Lo segundo es que, salga la opción que salga, los escoceses conocerán exactamente y deberán aceptar el dictamen de las urnas. Y se acostumbrarán al nuevo estatus tanto unos como otros, lo que no quita que en cualquiera de los casos sigan existiendo partidos unionistas o independentistas, eso si, fuera de toda polémica sobre el deseo expresado por la mayoría.
España y Cataluña en el momento en el que nos encontramos, una gran mayoría de catalanes y, seguramente muchos que no lo son, exigen o apoyan un referéndum para conocer el deseo de la mayoría de catalanes. Desde cualquier punto de vista, ¿cuales son las ventajas que otorgaría esa colaboración cordial y mutua entre el estado central y el autonómico?, veamos:
-España es un estado moderno y con talante democrático.
-El gobierno central forma parte de la organización, decide junto a Cataluña el cúando, la pregunta, el como y toma parte en la campaña (por el si o por el no)
-Se desactiva el victimismo que presenta a España como estado opresor.
-Se desactiva de una vez la soflama que hace crecer las inquietudes independentistas.
-Tabula rasa con el Estatut, se amortiza la metedura de pata político-constitucional.
-Y a continuación (sea cual sea el resultado), regeneración y creación en España de un estado de verdad. Limitando la política como manera de medrar y encauzándola al servicio real a la comunidad. Excluyendo tajantemente el incumplimiento de los programas electorales y eliminando quirúrgicamente cualquier amago de corruptelas.
-Y esto se habría de votar también, claro está. Como debiera votarse cualquier cambio constitucional. Pero, al contrario que ahora, la constitución debiera ser algo vivo, adaptable a los tiempos.
Yo en el fondo creo, que la mayoría de catalanes... más que separarnos de España, lo que queremos es otro tipo de política, de políticos, de estado, de constitución. La mayoría (y en eso seguro que estamos de acuerdo con el resto de españoles) queremos un estado y unos políticos más íntegros, menos corruptos, más preocupados por solucionar nuestros problemas, por el futuro, por el empleo, por la industria. Más transparentes... sus cuéntas sus acciones.
Creo profundamente, que el Gobierno central se equivoca, que el PP y el PSOE se equivocan. Que desde el unionismo, nacionalismo español... se yerra con el negacionismo, el inmovilismo y sobre todo, planteando soluciones alegales en los términos de utilizar la justicia para detener, o parar, o anular la autonomía. Y mucho menos, por supuesto, pensar en o mencionar al ejército. Esta acitud, este tipo de actitudes... separan a Cataluña y a los catalanes de España a la velocidad de la luz.
Si las cosas son como deben de ser, los catalanes acabaremos votando. Cuánto más pronto, legal, bien organizado y con campaña para el No, menos probable que Cataluña acabe siendo independiente, menos confrontación y más meridiana claridad.
Caladan
España y Cataluña en el momento en el que nos encontramos, una gran mayoría de catalanes y, seguramente muchos que no lo son, exigen o apoyan un referéndum para conocer el deseo de la mayoría de catalanes. Desde cualquier punto de vista, ¿cuales son las ventajas que otorgaría esa colaboración cordial y mutua entre el estado central y el autonómico?, veamos:
-España es un estado moderno y con talante democrático.
-El gobierno central forma parte de la organización, decide junto a Cataluña el cúando, la pregunta, el como y toma parte en la campaña (por el si o por el no)
-Se desactiva el victimismo que presenta a España como estado opresor.
-Se desactiva de una vez la soflama que hace crecer las inquietudes independentistas.
-Tabula rasa con el Estatut, se amortiza la metedura de pata político-constitucional.
-Y a continuación (sea cual sea el resultado), regeneración y creación en España de un estado de verdad. Limitando la política como manera de medrar y encauzándola al servicio real a la comunidad. Excluyendo tajantemente el incumplimiento de los programas electorales y eliminando quirúrgicamente cualquier amago de corruptelas.
-Y esto se habría de votar también, claro está. Como debiera votarse cualquier cambio constitucional. Pero, al contrario que ahora, la constitución debiera ser algo vivo, adaptable a los tiempos.
Yo en el fondo creo, que la mayoría de catalanes... más que separarnos de España, lo que queremos es otro tipo de política, de políticos, de estado, de constitución. La mayoría (y en eso seguro que estamos de acuerdo con el resto de españoles) queremos un estado y unos políticos más íntegros, menos corruptos, más preocupados por solucionar nuestros problemas, por el futuro, por el empleo, por la industria. Más transparentes... sus cuéntas sus acciones.
Creo profundamente, que el Gobierno central se equivoca, que el PP y el PSOE se equivocan. Que desde el unionismo, nacionalismo español... se yerra con el negacionismo, el inmovilismo y sobre todo, planteando soluciones alegales en los términos de utilizar la justicia para detener, o parar, o anular la autonomía. Y mucho menos, por supuesto, pensar en o mencionar al ejército. Esta acitud, este tipo de actitudes... separan a Cataluña y a los catalanes de España a la velocidad de la luz.
Si las cosas son como deben de ser, los catalanes acabaremos votando. Cuánto más pronto, legal, bien organizado y con campaña para el No, menos probable que Cataluña acabe siendo independiente, menos confrontación y más meridiana claridad.
Caladan