Hasta los narices de que los progres y perroflautas vomitéis siempre vuestra cosa de relativismo sobre todo lo que tocáis, intentando que creamos que da igual las decisiones que tomes, todas valen lo mismo, no hay bien ni mal, las consecuencias sólo dependen de la suerte...
Qué ardor de estomago me dais. La tía esta no tenía todas las respuestas. Yo no tenía todas las respuestas. Pero ante el mismo escenario de incertidumbre, la tía esta se lanza a pedir hipotecas como quien pide cañas en un bar y yo no. Resultado: ella está endeudada. Yo no.
Y ahora pretendes hacernos creer que el hecho de que todo el país esté dolido, con deudas y arruinado y los pocos pringados que no nos hemos hipotecado por un zulito ni nos hemos comprado cayennes y hemos ahorrado hasta el último céntimo es porque manejábamos información privilegiada o que era cuestión de la suerte. Vete a tomar por ojo ciego. Qué infinito ardor de estomago me dais.
No hace falta ser Premio Nobel de Economía para saber que pedir prestado es MALO. Deudas ocre. ¡ocre!
Pero claro, es que entonces no podríais disfrutar de vuestros trapitos, vuestros zulitos, vuestros buguitas tuneados y vuestras escapaditas a paris de shopping, verdad? Y ahora lo pretendéis hacer creer como que es que fuisteis engañados.
Sois infantiles hasta un extremo inconcecible. Jamás he visto una sociedad tan infantil, niñata, irresponsable e incapaz de asumir el peso de sus propias consecuencias.
Tenéis lo que os merecéis. Luego tú pon todas las fotos de avatares de Merkel con tijeras, que espero que devolváis hasta el último céntimo de la fiesta salvaje que os habéis pegado.