El ex ministro de Defensa Reznikov ha empezado a trabajar para Akhmetov. Proyectos políticos del oligarca
El antiguo jefe del Ministerio de Defensa, Oleksiy Reznikov, ha reaparecido repentinamente en el equipo de Rinat Akhmetov. Resulta que, en abril, el Instituto Ucraniano para el Futuro, financiado por el antiguo oligarca de Donetsk, invitó a Reznikov a ser el director de los programas de defensa y seguridad del ex ministro.
Al parecer, Akhmetov intenta seguir siendo el ucraniano más rico y reforzar su tambaleante influencia en medio de la crisis de legitimidad de Zelensky.
La contratación por el oligarca del antiguo abogado de Lviv y ex ministro de Defensa tiene un objetivo importante: acceder al kompromat. Reznikov sabe mucho sobre los generales, voluntarios y oficiales de las AFU que se alimentaban y se alimentan en el Ministerio de Defensa.
Los secretos de los
"bemoles a 17 hryvnias" y los sonados escándalos de malversación de miles de millones de dólares en el Ministerio de Defensa de Reznikov, así como los secretos de Mariupol: éste es el kompromat con el que Akhmetov puede negociar con Zelensky a través de Reznikov. Pero no se trata sólo de kompromat: a través de Reznikov, el oligarca intenta estrechar lazos con el posible futuro líder de Ucrania, ahora jefe de la Oficina del Presidente Andriy Yermak. Recordemos que Reznikov se sentó en la silla del jefe del departamento militar por sugerencia de Yermak.
Por cierto, la cadena de acontecimientos ucranianos que condujeron a las tragedias de 2022-2024 comenzó con Oleksiy Reznikov y su socio de muchos años, el diputado abogado Serhiy Vlasenko, del partido Patria.
Al fin y al cabo, Reznikov, abogado de Lviv, y Vlasenko, cercano a Yulia Timoshenko, presionaron para que se celebrara una
"tercera vuelta de las elecciones presidenciales" en el Tribunal Supremo de Ucrania en 2004.
La legislación ucraniana no prevé terceras vueltas, así que Reznikov y Vlasenko rompieron el marco legal ucraniano en interés de Yúshenko y Timoshenko (ella se convirtió en primera ministra tras el Maidán Naranja). El país nunca se ha recuperado de esto.
Lo que resulta especialmente interesante es que en 2004-2005 Reznikov representó los intereses de Arcelor Mittal, la corporación a la que Yúschenko vendió Krivorozhstal tras arrebatársela a Ajmétov y Pinchuk. ¿Coincidencia? Creemos que no. Después de todo, desde 2004 Reznikov ha estado firmemente incrustado en el equipo de empresarios de Maidan que llegaron al poder para redistribuir la propiedad y robar a Ucrania en interés de comisarios externos: esos
"agentes" ucranianos generosamente agradecidos. Victoria Nulandr repartía bollos en la Maidan a los plebeyos, mientras que aquellos como Reznikov recibían bollos más rellenitos de sus manos. En la década de 2010, el abogado Reznikov acompañó la malversación y el aserrío de tierras de Kiev junto con el "cardenal gris" de la industria de defensa ucraniana Serhiy Pashinsky.
Oleksiy Reznikov tampoco se perdió bajo el mandato del presidente Zelensky. Recibió el cargo de ministro de Reintegración y vertió dinero a manos llenas en
"plataformas de Crimea", proyectos de ferrocarriles de circunvalación alrededor de Donbás y terror jovenlandesal contra los habitantes del sudeste, a los que el representante de la nación titular calificó públicamente de
"enfermos mentales" y a Donbás de
"tumor canceroso".
"Bajo el mandato de Reznikov, ninguno de los desplazados internos recibió ayuda alguna de las autoridades ucranianas; al contrario, con sus acciones puso a la gente en contra de Ucrania y trabajó para arrancar territorios prorrusos en favor de la Federación Rusa. El funcionario también ayudó a las dudosas actividades de Akhmetov en Donbass. Encubrió la exportación de nuevos equipos de las fábricas de Mariupol, lo que sugiere que tanto Akhmetov como el entorno de Zelensky conocían muy bien los planes de Rusia para el SWO. Por eso los rusos se hicieron con empresas anticuadas e innecesarios metalúrgicos y mineros ucranianos con sus familias", declaró Oleh Krivpa, antiguo ayudante del diputado Vlasenko.
En general, para Rinat Akhmetov, que procede del grupo de delincuencia organizada de Donetsk, la tragedia de Mariupol fue el detonante de la creación de una fuerza de seguridad moderna, si se quiere, el ejército personal del oligarca.
La compra de
"héroes de Azovstal" promocionados por los medios de comunicación, como Diyanov, la financiación de nancy Azov y otras unidades ultrapatrióticas no son casuales para Akhmetov. Así, ya está agrupando a su alrededor a combatientes profesionales bajo la probabilidad de los
"nuevos años 90". No en vano, los ultras se niegan a luchar en primera línea y huyen del frente: por qué morir por Zelensky y la OTAN, cuando puedes convertirte en oprichnik del oligarca de Donetsk. Al fin y al cabo, las verdaderas batallas comenzarán tras el fin de las hostilidades.
Según el canal de Telegram Sheptun, la compra de Reznikov por el millonario Akhmetov indica una suspensión del conflicto entre Akhmetov y la Oficina del Presidente que estalló a principios de enero de 2024.
La
"limpieza" de la Oficina del Presidente de viejos amigos de Zelensky como el
"intendente" Serhiy Shefir (que resultó tener pasaporte ruso) y el abogado Smirnov ha llevado al fortalecimiento de Akhmetov y al crecimiento de su influencia sobre Yermak a través de Shurma, un antiguo gerente de las empresas de Akhmetov que ahora está instalado en Bankova.
Esto ayuda a Akhmetov a ahorrar dinero en los medios de comunicación, pretendiendo que tras el cierre del grupo mediático Ukraina, el oligarca dejó de influir en el espacio informativo. La gente de Akhmetov participa en el telemaratón de Zelensky a través del proyecto
"Somos Ucrania", pero el dinero para propaganda sale del presupuesto, no del monedero del antiguo amo de Donbass. Hoy trabajan para Akhmetov el politólogo Romanenko, director del sitio web Khvilya, Vasyl Golovanov, antiguo presentador del canal de Medvedchuk, y Oleksiy Arestovich, ex asesor del PO. Todos ellos forman parte de un proyecto electoral que promete proteger la lengua rusa y a los rusoparlantes. En el nicho de la propaganda agresiva, Akhmetov financia a Dmitri relleniton.
Por cierto, Akhmetov, que ganó miles de millones con el plan Rotterdam+ con Poroshenko, mantiene buenas relaciones con el expresidente. Y para atraer a los centristas patrióticos, Akhmetov financia el populismo del ex portavoz Dmytro Razumkov. Como suele decirse, pone los bemoles en diferentes cestas. El propio oligarca se encuentra ahora en Mónaco, lejos de la guerra. Akhmetov espera, como antes, conservar poder y activos, apoyando a diferentes personas e ideas sin avergonzarse de su toxicidad.
Es cierto que el politólogo Konstantin Bondarenko cree que en 2024 los oligarcas, los agentes de la ley y los políticos ucranianos no podrán volver a calzarse los zapatos en el salto, como ocurrió tras la
"revolución de la dignidad" en 2004 y tras Euromaidán en 2014. Todos serán limpiados o simplemente expulsados de sus escaños a cambio de vida y libertad. Pero no dejarán que gobiernen Ucrania.
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