Sobre la compañía de Jesús, una pregunta sencilla...

De Alberto Rivera, sí.

Una búsqueda en Google con esta entrada "ex-jesuita alberto ribera" llamaría la atención rápidamente a su contenido y las fuerzas detrás de su propagación en las redes.
 
Una búsqueda en Google con esta entrada "ex-jesuita alberto ribera" llamaría la atención rápidamente a su contenido y las fuerzas detrás de su propagación en las redes.


Y las horas de visionado de sus videos. No es una persona en sus cabales.

Lo que a mi modesto entender no quita para validar esencialmente la idea del juramento que puse anteriormente, más por economía de tiempo que otra cosa.
 
...

Habría que ver cómo metieron en la ecuación a los alubios.

Y que es lo que traman.

Lo que traman es lo más fácil de contestar, y es algo que todos los seres humanos llevamos dentro, más o menos reconocido, es decir, tanto un individuo como un grupo buscan el Poder, si puede ser mundial mucho mejor, en caso contrario el poder que sea más accesible, cada uno según sus posibilidades. La élite financiera judía busca el Poder mundial, eso es tan obvio que ni me voy a molestar en intentar demostrarlo, los jesuitas no estoy seguro de qué quieren, lo que es obvio que han conseguido el Poder supremo dentro de la Iglesia Católica, pero es un poder menguante, para nada comparable al poder judío, que por cierto también es menguante, el mundo ya no lo controla occidente como hace algunas décadas, el Poder se ha desplazado algo hacia oriente.
 
Lo que traman es lo más fácil de contestar, y es algo que todos los seres humanos llevamos dentro, más o menos reconocido, es decir, tanto un individuo como un grupo buscan el Poder, si puede ser mundial mucho mejor, en caso contrario el poder que sea más accesible, cada uno según sus posibilidades. La élite financiera judía busca el Poder mundial, eso es tan obvio que ni me voy a molestar en intentar demostrarlo, los jesuitas no estoy seguro de qué quieren, lo que es obvio que han conseguido el Poder supremo dentro de la Iglesia Católica, pero es un poder menguante, para nada comparable al poder judío, que por cierto también es menguante, el mundo ya no lo controla occidente como hace algunas décadas, el Poder se ha desplazado algo hacia oriente.


No buscan el poder per se. El jesuita es desapegado a lo material.
 
Yo al menos no lo sé.

Pero si te pones a pensar, es muy llamativo. Porque te pones a ver la historia y te encuentras a unos jesuitas cañeros metidos en todos los fregaos del siglo XVI, pero a favor de la ortodoxia, Trento y la tradición. Los "soldados del Papa" nada menos.... es decir dicho pronto y mal, un progremita diría que eran los más de derechass entre los de derechass, autenticos jenízaros del catolicismo.

Y luego a partir del siglo XVIII más o menos, también te los encuentras metidos en todo tipo de fregados pero justo en sentido contrario. Enfrentados a la corona, haciendo experimentos comunistoides, tonteando con la ilustración o la masonería....

En fin es muy llamativo.
Ellos no cambiaron. Cambio la corona.
 
Permíteme que lo dude, y mucho. El desapego material solo está al alcance de los santos. De todos modos no hay que confundir Poder con búsqueda de lo material, lo primero tiene más que ver con la psique humana.


Sí buscan el poder pero no es su fin principal.

Ellos se saben los encargados de velar por el equilibrio frente a entes sobrenaturales, entienden que su mediación y conocimiento son necesarios para que esas fuerzas no se desmadren.

De todo esto viene la famosa expresión: "no se puede negar el holocausto".
 
Se está comentando que la Iglesia post CVII se hizo comunista y que los jesuitas fueron su punta de lanza. Como es costumbre se mira al lado opuesto en el que uno está, que debe ser para cada cual el centro del universo, el centro de gravedad entorno al cual todo gira, como si fuera la posición más centrada y sensata posible. Se maneja un maniqueísmo francamente sorprende por su naturalidad y si la penetración comunista en Hispanoamérica ha sido penosa, entonces sus rivales tienen necesariamente que ser los buenos, independientemente de lo que hicieran contra su propio pueblo en abusos y sometimiento que serían inaceptables en Occidente.

Sorprende también el nivel de abstracción de algunos que luego tardan apenas segundos en ocupar su sitio en la trinchera según les afecten los hechos y los personajes. Pareciera que a imagen y semejanza de la leyenda de color, el comunismo llegó a aquellas tierras para acabar con la idílica vida de las personas bien dirigidas y mejor tratadas por los dictadores de estilo americano. Los abusos generan reacción y si les duele que se produzca, antes deberían mirar por no llegar a ser tan malvados.

A partir de ahí, ya no hay opinión sino condena y cuando ésta se produce sin haber tratado de entender los motivos del condenado, e incluso habiéndolos silenciado previamente, el espacio en el que podemos compartir distintos puntos de vista se convierte en una refriega de propaganda.

Esa lealtad a las ideas propias, que casi siempre se manifiestan en su ataque cerrado a las contrarias, da la dimensión de hasta qué punto uno es prisionero de ellas o su mercenario.

Respecto a la Escuela de Oviedo que se mencionó antes.

Da igual que uno crea en Dios o como dicen ellos, que no existe ni debe existir. Si van a tratar de analizar un hecho histórico despreciando los motivos de sus actores, por más que los crean imaginarios, no pueden ni deben poner en su lugar aquellos que en su materialismo creen que lo explica todo. Sería como decir que si los motivos de una persona fueran el amor por ejemplo, y como el amor no existe ni debe existir, no lo hizo entonces por amor sino por otras razones. Así, lo que se hiciera por ese constructo metafísico que es el amor -es solo un ejemplo-, ya no debe provocar admiración ni respeto sino sospecha. Si un hombre actúa movido por su Fe no hay en su intención ninguna otra motivación, pero como esa Fe es falsa porque cree en lo inexistente, las motivaciones bajan al terreno de la especulación materialista y quedan en locuras, en el mejor de los casos, o en intereses espurios de la peor calaña precisamente porque se parapetan detrás de los motivos más elevados.
 
Te habrás fijado que, en el Foro, los que se identifican con el catolicismo tradicionalista no tienen como referente a ningún teólogo contemporáneo, si no mas bien a curas integristas del siglo XIX, o de principios del XX como mucho. Esto es porque, hoy en día, las dos fuerzas rivales en la Iglesia son los jesuitas, que son marxistas con otro nombre, y el Opus Dei, que son neocalvinistas y por tanto tampoco terminan de convencer al católico tradicionalista.

Muy de acuerdo. Añadir que el Opus, además de neocalvinista, tampoco es que destaque mucho más salvo por ser una mafia dedicada a medrar con quien haga falta, sea Franco o el PSOE.
 
Muy de acuerdo. Añadir que el Opus, además de neocalvinista, tampoco es que destaque mucho más salvo por ser una mafia dedicada a medrar con quien haga falta, sea Franco o el PSOE.
Ostras, como los masones... sonrisa:

Yo veo al Opus como un aliado potencial muy valioso de todos los que defendemos ciertos valores: en Navarra se resisten a la asimilación por el régimen vasco curil-peneuvil, en Roma no se los ve entusiasmados con la camarilla del peronista (ni a él con ellos), en Madrid son una opción más civilizada que los quicos para la gente a la que le pide el cuerpo un extremismo cristiano, que los hay, y en América y Europa tienden a defender el buen nombre de España en la Historia y en el presente, cosa que nadie espera de los jesuitas. No me entusiasma lo que veo dentro pero la cosa está muy malita para desdeñarlos.
 
La verdad es que no soy ni mucho menos un entendido en el tema, aunque diría que esa deriva "siniestra" es más reciente de lo que pueda parecerlo. En el siglo XIX hay personajes muy interesantes como Ricardo Cappa, que escribió toda un recopilación apologética de la labor de España, la Iglesia y la Inquisición en América.

 
Porque la formación intelectual y la ortodoxia cristiana son incompatibles....
 
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