Las maniobras con fuego real son una lotería.
Yo recuerdo hacer un asalto con fuego real de noche y todos estábamos cagados porque en el pelotón había un valenciano que estaba zumbadísimo.
(Llevábamos una lucecita atrás en el casco que parecía una luciérnaga, el objetivo estaba señalado con hogueras).
Lo mismo se cruzaba, te apuntaba al hablar, etc, etc.
Todos apartándose de él durante el ejercicio