Fray Guillermo:
Como diría Levi-Strauss, el hombre es un animal simbólico. Eso quiere decir que necesita
condensar en símbolos su realidad. De ahí vienen las banderas, los muñecos de santos, los logotipos, los himnos, etc.
Lo que está pasando ahora es que nuestro modelo socioeconómico, que es la realidad en la que nos desenvolvemos, está agotado y en crisis, y eso hay que simbolizarlo en algo. ¿En qué? Ahora toca hacerlo en la figura del político corrupto. También en la figura del inmi, o del afeminado, o del judío masón illuminati reptiliano, pero la del político corrupto gana por goleada.
Todo símbolo es una distorsión simplificada de la realidad. Evidentemente, meter en el trullo a los políticos corruptos, por más que encarnen la decadencia del sistema y sea imperativo, no va a resolver todos los problemas. Incluso sin corrupción alguna podríamos haber acabado en una situación casi igual, por lo que comento más adelante.
Pero ojo: si el político corrupto simboliza la decadencia del sistema, la indignación ciudadana simboliza su deseo de regeneración. Y eso no es malo, al contrario. No importa que la corrupción no sea tan grave como se
percibe, sino que la respuesta ante ella esté a la altura de esa percepción.
Todo esto no debe entenderse como una disculpa de la corrupción, ni mucho menos. No me vale el argumento de "todos haríamos lo mismo que ellos si llegásemos al poder" como atenuante, y entiendo que a ti tampoco.
Lo dicho. Las corruptelas hay que atajarlas, es normal que causen cierto grado de indignación. Pero no son lo que ha hundido España, o por generalizar, a medio mundo, en la crisis económica en la que estamos inmersos.
Si se mira más allá del símbolo, lo que yo veo es una crisis sistémica, de sostenibilidad. Estamos condenados porque la producción de energía y recursos no puede satisfacer la voracidad del sistema. La optimización de los procesos industriales y/o tecnológicos no nos salvará; el sistema es el que es porque
derrocha para crecer. Si no lo hiciera no sería el capitalismo que conocemos, sería otra cosa (tampoco socialismo, todo hay que decirlo).
Ésa es la realidad que el
homo simbolicus no puede ver, así que no entiende que, aunque consigamos erradicar la corrupción y ganen los de Podemos en todo el planeta, seguiremos abocados al hundimiento en tanto nos empeñemos en mantener el mismo modelo de crecimiento sostenido (y no "sostenible": el crecimiento sostenible es un oxímoron).