Pascual busca a su nuevo primo de Zumosol. Con una deuda próxima a los 400 millones de euros, el grupo de alimentación con sede en Aranda de Duero mantiene abiertas negociaciones con distintas firmas de capital riesgo para vender una participación minoritaria de la compañía, según han confirmado a este diario distintas fuentes informadas de la marcha de la operación. Por contra, ningún portavoz oficial de Pascual quiso ayer hacer declaraciones.
Tomás Pascual Gómez-Cuétara, presidente e hijo del fundador Tomás Pascual, fallecido en marzo de 2006, ha puesto en marcha un plan de reajuste para sanear la compañía que, a pesar de facturar en torno a 1.000 millones, solo es capaz de registrar un ebitda de 50 millones. Para ello, la compañía tiene previsto dar entrada a un socio en minoría, que llegaría hasta un máximo del 30% a través de la pertinente ampliación de capital.
“Tiene todo el sentido del mundo”, explican desde una firma de private equity internacional, no interesada en participar como minoritario. “La operación no necesita levantar deuda, porque ya está en la compañía. Se trata de un growth capital, que probablemente permitirá a Pascual afrontar más cómodamente las exigencias a corto que tenga con sus bancos acreedores”, entre los que figuran Santander, BBVA y cajas de Castilla y León.
Entre los potenciales candidatos, algunos de los cuales ya han mantenido contactos, se encuentran varios de los fondos de capital riesgo más activos del mercado, como el británico 3i o la española Ibersuizas, con experiencia en el sector de alimentación/distribución. “Pascual necesita buscar recursos y lo inteligente es apoyarse en fondos e ir separando los negocios”, explica un ex alto cargo de la compañía.
Recientemente, un posible interesado, como la citada 3i, cerró una operación de similares características, sobre todo por el perfil del vendedor. Antes del verano, la firma dirigida por Maite Ballester adquirió el 16,5% de Unión Radio (Cadena SER), la filial radiofónica de Prisa, que gracias a la venta ingresó 225 millones, un alivio para rebajar su deuda corporativa de 5.000 millones.
Los piensos, el primer paso
La primera medida de racionalización tomada por Tomás Pascual se remonta a finales de 2007. Entonces, el grupo de alimentación decidió fusionar su negocio de piensos para animales con la gallega Saprogal, participada de la firma de capital riesgo Mercapital, para dar lugar a Núter, el nuevo líder del mercado nacional. En lugar de vender, en esa ocasión la arandina optó por quedarse con un 25% del capital de la fusionada.
“Algunas de las últimas inversiones que hizo Tomás Pascual no fueron acertadas”, explican fuentes próximas al grupo. Esos excesos, como la planta de zumos levantada en Palma del Río (Córdoba), han obligado a su hijo a reajustar las dimensiones del grupo. De hecho, la compañía burgalesa acaba de alquilar parte de este complejo industrial ante el desajuste entre su capacidad de producción y las ventas.
Además de las actividades principales de gran consumo y piensos, el holding Pascual tiene intereses también en una constructora familiar, con obras en Burgos y Valladolid, y una inmobiliaria, propietaria del complejo residencial La Quinta (Marbella). “Hacía tiempo que deberían haberse puesto a esta tarea”, asegura un antiguo colaborador del fundador. “Ya en tiempos del padre la obsesión era dar entrada a un socio”.