Miss Marple
Más allá de la burbuja
Hace mucho que no abro un hilo. Estoy en Madrid, y tras hablar con bastantes inconscientes y un par de amigos muy bien situados e informados, les meto este ladrillo con mis conclusiones.
Estamos en una fase peculiar del choque a cámara lenta en que nos encontramos, en ese instante cuando el impacto ya se ha producido pero los efectos aún no han llegado plenamente al habitáculo.
No hay financiación. El sector bancario español precisa de 70-80.000 millones al años del exterior simplemente para cubrir los créditos ya concedidos. Pero en el exterior ya se sabe que estamos muy tocados, y sólo se concede crédito a bancos españoles a precios carísimos, más caros de lo que ellos prestaron el dinero (euribor + 250 para titulizaciones hipotecarias AAA según Bloomberg). La vía de conseguir depósitos pagando el 6% es más barata, pero aún anti-económica (no cubre los gastos). La ventanilla Cofidis del BCE es mucho más barata, pero hay demasiados ojos mirando. Y entre todas estas vías no consiguen cubrir todo lo que hace falta.
El garrote vil sigue apretando. En España no hay subprime, pero la jovenlandesesidad sigue aumentando en progresión de Fibonacci (un saludo a Alvin). Las agencias de "rating" afilan los cuchillos, y como consecuencia la financiación externa, lejos de "normalizarse", se encarecerá y restringirá aún más. La política del banco de españa está muy clara: hay que reforzar las reservas pero sin alertar a depositantes e hipotéticos inversores/financiadores. Por eso las cajas venden todo lo que pueden (instrucciones directas y públicas). Y por eso todas, de momento, tienen beneficios exactamente iguales a los del año pasado (la cifra de negocio aún crece, por inercia, pero todo beneficio mayor que el del año pasado va derecho a reservas); la instrucción no es pública, pero es demasiada coincidencia.
El BdE podría exigir que las cajas provisionaran más, a costa de presentar beneficios menores, o incluso pérdidas (como se hace fuera de España); probablemente lo harán en el futuro; pero que no lo hagan revela que les preocupa mucho más la imagen de las cajas que su solvencia. Han decidido ir a un plan de provisionamiento gradual, que dure varios años, en vez de intentar limpiar los balances cuanto antes. Aún creen en una normalización de los mercados, un hipotético restablecimiento del crédito en un par de años que salvará los (in)muebles. Por eso apoyan y permiten la estrategia de refinanciar las deudas de la inmobiliarias con cajas y bancos: saben que las deudas son incobrables y que el colateral no cubre la deuda ni de lejos, pero prefieren retrasar el reconocimiento (y provisionamiento) de las pérdidas dos o tres años. Quizá entonces haya ocurrido un milagro y se haya encontrado una nueva raza alienígena que contribuya a reanudar la pirámide inmobiliaria española - o en su defecto los responsables de los bancos se habrán jubilado y el problema será de otro.
Mientras tanto la economía sufre. Las inmobiliarias zombificadas pueden intentar fingir que los precios se mantienen, pero no se construirá nada nuevo. Dado el peso indirecto de la construcción en la economía, eso bastaría para causar una recesión; cuando se añade la falta de crédito para cualquier otro sector que pudiera sustituir a la construcción, la recesión se hace crónica. La garantía personal de las hipotecas en españa y la existencia de avalistas pueden hacer que la hipoteca sea lo último que se deje de pagar, y que la jovenlandesesidad no llegue a los niveles de EEUU; pero tendrán un efecto mucho más devastador sobre el consumo, el ahorro y la economía en general. En España la subprime se pagará entre todos.
En Japón en 1991 también se permitió a los bancos seguir arrastrando deudas corporativas incobrables. Siete años después las deudas ocultas seguían ahí, los bancos seguían quebrando a la menor revisión de sus cuentas, y el estado japonés tuvo que montar el mayor rescate bancario de la historia (aunque la Fed intenta batir el record ahora), que duró siete años más. Finalmente en 2005 la economía japonesa empezó una tímida recuperación.
En una cosa al menos yo estoy con la Fed. Mejor sacar la basura ahora que dentro de siete años. Por desgracia el BdE parece que no piensa igual. El impacto ya se ha producido, las vibraciones llegarán al habitáculo en septiembre, y el vehículo conocido como Seat Hispania se plegará como un acordeón muy lentamente duranto los próximos dos años, luego cuatro, luego seis... Es absurdo hacer predicciones a plazos tan largos, pero lo que sí es seguro es que todo lo que se ha hecho hasta ahora va en la dirección de hacer esta crisis lo más larga y profunda posible. Más que la tormenta perfecta, es la leche perfecta (con perdón).
Po-de-mos.
Estamos en una fase peculiar del choque a cámara lenta en que nos encontramos, en ese instante cuando el impacto ya se ha producido pero los efectos aún no han llegado plenamente al habitáculo.
No hay financiación. El sector bancario español precisa de 70-80.000 millones al años del exterior simplemente para cubrir los créditos ya concedidos. Pero en el exterior ya se sabe que estamos muy tocados, y sólo se concede crédito a bancos españoles a precios carísimos, más caros de lo que ellos prestaron el dinero (euribor + 250 para titulizaciones hipotecarias AAA según Bloomberg). La vía de conseguir depósitos pagando el 6% es más barata, pero aún anti-económica (no cubre los gastos). La ventanilla Cofidis del BCE es mucho más barata, pero hay demasiados ojos mirando. Y entre todas estas vías no consiguen cubrir todo lo que hace falta.
El garrote vil sigue apretando. En España no hay subprime, pero la jovenlandesesidad sigue aumentando en progresión de Fibonacci (un saludo a Alvin). Las agencias de "rating" afilan los cuchillos, y como consecuencia la financiación externa, lejos de "normalizarse", se encarecerá y restringirá aún más. La política del banco de españa está muy clara: hay que reforzar las reservas pero sin alertar a depositantes e hipotéticos inversores/financiadores. Por eso las cajas venden todo lo que pueden (instrucciones directas y públicas). Y por eso todas, de momento, tienen beneficios exactamente iguales a los del año pasado (la cifra de negocio aún crece, por inercia, pero todo beneficio mayor que el del año pasado va derecho a reservas); la instrucción no es pública, pero es demasiada coincidencia.
El BdE podría exigir que las cajas provisionaran más, a costa de presentar beneficios menores, o incluso pérdidas (como se hace fuera de España); probablemente lo harán en el futuro; pero que no lo hagan revela que les preocupa mucho más la imagen de las cajas que su solvencia. Han decidido ir a un plan de provisionamiento gradual, que dure varios años, en vez de intentar limpiar los balances cuanto antes. Aún creen en una normalización de los mercados, un hipotético restablecimiento del crédito en un par de años que salvará los (in)muebles. Por eso apoyan y permiten la estrategia de refinanciar las deudas de la inmobiliarias con cajas y bancos: saben que las deudas son incobrables y que el colateral no cubre la deuda ni de lejos, pero prefieren retrasar el reconocimiento (y provisionamiento) de las pérdidas dos o tres años. Quizá entonces haya ocurrido un milagro y se haya encontrado una nueva raza alienígena que contribuya a reanudar la pirámide inmobiliaria española - o en su defecto los responsables de los bancos se habrán jubilado y el problema será de otro.
Mientras tanto la economía sufre. Las inmobiliarias zombificadas pueden intentar fingir que los precios se mantienen, pero no se construirá nada nuevo. Dado el peso indirecto de la construcción en la economía, eso bastaría para causar una recesión; cuando se añade la falta de crédito para cualquier otro sector que pudiera sustituir a la construcción, la recesión se hace crónica. La garantía personal de las hipotecas en españa y la existencia de avalistas pueden hacer que la hipoteca sea lo último que se deje de pagar, y que la jovenlandesesidad no llegue a los niveles de EEUU; pero tendrán un efecto mucho más devastador sobre el consumo, el ahorro y la economía en general. En España la subprime se pagará entre todos.
En Japón en 1991 también se permitió a los bancos seguir arrastrando deudas corporativas incobrables. Siete años después las deudas ocultas seguían ahí, los bancos seguían quebrando a la menor revisión de sus cuentas, y el estado japonés tuvo que montar el mayor rescate bancario de la historia (aunque la Fed intenta batir el record ahora), que duró siete años más. Finalmente en 2005 la economía japonesa empezó una tímida recuperación.
En una cosa al menos yo estoy con la Fed. Mejor sacar la basura ahora que dentro de siete años. Por desgracia el BdE parece que no piensa igual. El impacto ya se ha producido, las vibraciones llegarán al habitáculo en septiembre, y el vehículo conocido como Seat Hispania se plegará como un acordeón muy lentamente duranto los próximos dos años, luego cuatro, luego seis... Es absurdo hacer predicciones a plazos tan largos, pero lo que sí es seguro es que todo lo que se ha hecho hasta ahora va en la dirección de hacer esta crisis lo más larga y profunda posible. Más que la tormenta perfecta, es la leche perfecta (con perdón).
Po-de-mos.