Bibliografía complementaria
http://www.noticiasdegipuzkoa.com/ediciones/2007/10/15/sociedad/gipuzkoa/d15gip6.768017.php
Guipuzcoanos denuncian haber sido estafados por una inmobiliaria tras la compra de un piso
urbancasaha cerrado su oficina de donostia sin haberles devuelto la entrada de la casa
Los afectados no saben cuántos han sido estafados, pero poco a poco van conociendo a más personas víctimas del fraude
Imagen de la inmobiliaria Urbancasa cerrada y con un cartel de protesta colgado.Foto: ainara garcia
donostia. Se han quedado sin piso y sin dinero. La historia es aparentemente sencilla: fueron a una inmobiliaria de una céntrica calle de Donostia para comprar un piso -para algunos de ellos era su primera vivienda-, encontraron algo que les convencía y pagaron la entrada, en algunos casos de hasta 124.000 euros (más de 20 millones de las antiguas pesetas), tras solicitar el correspondiente crédito. Y no supieron más de su dinero ni de su piso.
Se autodenominan "los estafados de Urbancasa", el nombre de la inmobiliaria que les ofrecía el hogar de sus sueños y que se ha convertido en la peor de sus pesadillas. No saben cuántos estafados son, de hecho al principio pensaban que eran los únicos, pero poco a poco han ido conociendo a más gente en su misma situación. Ahora se han juntado una docena, pero están convencidos de que son "muchos más".
Cada uno de sus casos está en el juzgado. El motivo: se hartaron de esperar. Primero, a la casa que no llegaba. Segundo, a que no les cogieran el teléfono. Tercero, a que vieran cómo cerraba, de repente, la persiana de la inmobiliaria. Cuarto, a las excusas de todo tipo que les han dado para devolverles el dinero. Quinto, a las promesas que les decían que no acudieran a juicio porque todo estaba a punto de solucionarse.
Mario es un joven irundarra de
treintaypocos años que abonó 124.000 euros gracias a un crédito que aún está pagando. El plan era irse a vivir con su novia a una casita más alejada del mundanal ruido de la ciudad. Le gustó el proyecto de una vivienda unifamiliar que se iban a construir junto a otras dos en una parcela de Lesaka (Navarra).
Jokin y Ainara son una jovencísima pareja de Donostia que también había decidido vivir juntos. En su caso, les gustó una parcela en Lekunberri donde planearon construir una vivienda. Era algo grande para lo que buscaban, pero la inmobiliaria no le puso problemas para dividirla. Pagaron 12.000 euros por la reserva. Dos meses después decidieron echarse atrás sin temor porque habían firmado un contrato con una cláusula de rescisión que les daba derecho a recuperar íntegramente la suma abonada como señal en los dos meses siguientes. Fue en febrero, todavía hoy no han visto el dinero de vuelta.
"Cada día te contaban una excusa distinta del tipo 'nos hemos confundido en el número de cuenta', 'tenemos que sacar dinero en metálico', 'mañana tenéis el dinero', todo mentiras y falacias, cosas cada vez más absurdas que hace que pierdas los nervios". De pronto, se encontraron que ya nadie respondía al otro lado de los números de teléfono -incluidos los móviles- que les habían facilitado. La oficina de la inmobiliaria de la calle Zubieta también había echado la persiana.
Joseba está casado. Es el de mayor edad del grupo, supera los 40 y vive en Irun. En su caso tiene una vivienda en propiedad y decidió adquirir otra para los fines de semana y las vacaciones en Ablitas, cerca de Tudela. Abonó 15.000 euros, le deben 5.000 euros porque no sabe muy bien cómo, "un día me devolvieron 10.000 euros, yo creo que fue por error, que se equivocaron y me lo ingresaron porque ya antes me habían hecho un cheque y cuando fui a cobrar no había un puñetero duro", añade.
sin decir nada a las familias Sus nombres han sido elegidos por ellos para este reportaje pero no son los reales. Se sienten estafados y en algunos casos no han dicho nada a sus familias o incluso les han engañado asegurándoles que ya les han devuelto el dinero. Por eso no quieren que se enteren leyendo el periódico.
"Mi madre sufrió un ataque de ansiedad tremendo cuando se lo conté y acabé diciéndole que nos habían devuelto el dinero para verla mejor", explica Ainara. En el caso de Joseba, que buscaba una segunda residencia en un valle tranquilo de la zona navarra, su mujer tampoco lo sabe. "Si es que además parece que eres tú el que has hecho algo malo y tienes que andar escondiéndote", añade.
Lo han intentado todo, contactar en persona, por teléfono, por Internet, a través de amigos, haciéndose pasar por otras personas interesadas en adquirir una vivienda y nada. "Han desaparecido, siguen poniendo anuncios en las revistas, en la web, en los periódicos, pero no cogen el teléfono, así que no sé cómo van a vender un solo piso para devolvernos lo que nos han estafado", insisten.
Las investigaciones de estos afectados, que han abierto un foro en Internet en busca de "otros estafados", les ha llevado a pensar que los responsables de esta inmobiliaria tienen experiencia en "desaparecer". "Han operado en Gipuzkoa, Navarra e Iparralde, pero creemos que antes ya habían estado en Galicia y en otros lugares de España haciendo lo mismo y luego se mudan a un sitio donde nadie les conoce para volver a empezar", explican.
En sus manos tienen los papeles que acreditan sus denuncias contra "Maria Victoria Ferrer Medel y Ángel Crespo, administradora y comercial respectivamente de la inmobiliarias Urbancasa Norte y Urbancasa Gestión". Sin embargo, explican que "ya han sumado dos incomparecencias en dos de las causas contra ellos al ser citados por el juez" y mantienen la esperanza de que finalmente se dicte "una orden de busca y captura".
"Sabemos que Urbancasa Norte S.L.U. está embargada por la Seguridad Social, que deben bastante dinero por anunciarse en varias guías inmobiliarias y otros 10.000 euros a la empresa que diseñó y mantiene su página web", explican.
la unión hace la fuerza Mario se muestra visiblemente afectado y cabreado. No es ninguna tontería, pagó 124.000 euros por los planos de una casa que no se ha construido. "¿Y si ni siquiera dan con esta gente, y si les pasa algo, cómo recupero yo mi dinero?", se pregunta. Sus esfuerzos se centran en encontrar más gente para que "la demanda vaya cobrando fuerza".
Han abierto un correo electrónico:
afectados_urbancasa@yahoo.es y desde que la han publicado en Internet los mensajes no dejan de llegar bajo el mismo asunto: "Soy un afectado por Urbancasa" o "A mí también me deben dinero". De esta forma, acaban de encontrar a un hombre que reclama a Urbancasa una deuda de 72.000 euros y una mujer que denuncia que entregó 30.000 euros. "Tenemos que tener esperanza a la fuerza para recuperar nuestro dinero, hemos depositado toda nuestra confianza en la Justicia, pero sobre todo es importante que nos juntemos más gente", apuntan.
"No hemos pecado de inocentes ni de confiados, todo estaba bien hecho hasta que desaparecieron, por eso es importante que si alguien va a comprar una casa o un terreno se informe sobre la empresa, se dé una vuelta y hable con las inmobiliarias de alrededor, porque te puedes ahorrar más de un disgusto", señalan. Este periódico ha intentado ponerse en contacto con Urbancasa pero no obtenido respuesta alguna al otro lado del teléfono.
