Soy español porque soy catalán. No soy más español cuando hablo castellano o me convierten en un híbrido entre castellano y catalán. Españolizar no puede ser castellanizar. En España todos somos iguales pero algunos, los castellanos, se creen más iguales que otros, a saber, los
verdaderos españoles. Para el nacionalismo español de extrema derecha, el único del que ha "disfrutado" este país, España se confunde con Castilla. Además, por si fuera poco, para ser
buen español ---hay españoles de primera y españoles de segunda--- uno tendría que ser católico preconciliar, de derechas, monárquico y franquista. Quien no comparta todas estas "virtudes" político-ideológicas y religiosas es un
mal español. Evidentemente, con semejante enfoque,
España se ha quedado sin nacionalismo. Necesitamos un nacionalismo normalizado como cualquier otro país moderno, pero ¿qué nacionalismo? Hete aquí la cuestión. A la que intentamos responder con nuestro
Manifiesto. España, debido a su historia y, sobre todo, a la vinculación del nacionalismo español con la extrema derecha antidemocrática, necesita construir su nacionalismo
desde la izquierda y desde Cataluña. No debería ser así, pero las circunstancias mandan. Y ahora que lluevan los insultos. Porque cada vez que los ultraderechistas abren la boca, fabrican miles de independentistas. (Esperemos que en el presente hilo no se prosiga con esta nefasta tradición).