Ya no volveremos a darnos la mano, esto se ha ido de progenitora

Yo no he dejado de hacerlo, excepto con los covidianos. A esos ya no los considero mis semejantes.
 
Cuando hablabamos de la viogen como un experimento para comprobar el grado de tragaeras del pueblo la gente se reia,Ahora tendreis mascaras y palos por el ojo ciego.
 
Eso no me parece mal, repruebo los saludos, el contacto humano, el sobeteo con desconocidos ¿qué cosa es esa?; "hola ¿qué tal?" y un gesto con la cabeza es suficiente jorobar. Los roces únicamente con hembras de buen ver con las que vaya a haber final feliz, si no que corra el puñetero aire.
 
Hoy me he cruzado con tío que conozco desde hace tiempo y no nos hemos dado la mano, como sí hubiera hecho hace 1 año. Ha sido muy raro, casi irreal, amagábamos con chocarla, surrealista

He reparado en ello después, por muy obvio que parezca y a todos nos ha pasado:

Jamás volveremos a darnos la mano como saludo con normalidad
Jamás daremos besos a una mujer como saludo con normalidad
Jamás estaremos en lugares cerrados con normalidad

No sé vostros cómo lo veis, pero esto se nos ha ido de progenitora
Yo ayer me encontre un colega y le di 2 abrazos y 2 besos y dijo shishi no tienes miedo
 
Yo ayer me encontre un colega y le di 2 abrazos y 2 besos y dijo shishi no tienes miedo

Con dos narices, eso es lo que hay que hacer, sin tiempo para que reaccione.

A un hombre de verdad le extiendes la mano y automáticamente te la da, no se lo piensa. Si se lo piensa es que no es un hombre.
 
Con dos narices, eso es lo que hay que hacer, sin tiempo para que reaccione.

A un hombre de verdad le extiendes la mano y automáticamente te la da, no se lo piensa. Si se lo piensa es que no es un hombre.
Si el colega no se cree la pamtomina.Esta
 
Ayer le tendí la mano a una persona queme ha atendido bien, pareció dudar un milisegundo, pero al final me la estrechó.
Pero a muchos ya no se la ofrezco, tal y como está la mayoría...
A mi me gusta amagar siempre con la mano a ver cómo reacciona el contrario sonrisa: a ver si me la estrecha o me hace la cobra poniéndome el codo.
 
Todo dios tocando barras de autobuses para agarrarse, tocando carros de la compra del super, tocando puertas del banco para abrirlas y tocando pantallas de cajeros automáticos, tocando monedas, etc, etc No entiendo a que viene la tontería de no querer chocarle la mano a un colega. Mucha tontería es lo que hay. Tocáis a diario más cosas comunes de las que creéis, cosas que toca todo el mundo. Porque le toques la mano a un amigo, que más da.

El ocaso del contagio por contacto con superficies: "Las medidas que se tomaron no han servido para nada"
El ocaso del contagio por contacto con superficies: "Las medidas que se tomaron no han servido para nada"
El pasado 10 de mayo, cuando la esa época en el 2020 de la que yo le hablo no llegaba ni al año de vida y los detalles sobre la transmisión del cobi19 eran aún más desconocidos que ahora, el doctor Faheem Yomus, jefe de enfermedades infecciosas de la Universidad de Maryland, escribió en Twitter: “Si la tuberculosis o el sarampión vuelan como un águila, el cobi19 vuela como una gallina”.

Por aquel entonces, en pleno debate sobre si el SARS.CoV-2 se transmitía o no por el aire, Yomus estaba defendiendo que la principal vía de transmisión no era por aerosoles. Hoy en día sigue sin haber un consenso científico claro sobre esto. Sí lo hay sobre la escasa relevancia del contacto con superficies infectadas, por lo que su frase sigue siendo tremendamente ilustrativa: aunque sea torpemente y por poco tiempo, el cobi19 vuela.
“Evidentemente, una esa época en el 2020 de la que yo le hablo de estas características no va de mano en mano. No solamente es porque viene la gente y al aterrizar le da la mano a alguien, esto tenía que tener algo más”, declara Benigno Sánchez, investigador del Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (Ciemat).
Lo que hoy resulta evidente, sin embargo, no lo fue siempre. Al inicio de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo, la Organización Mundial de la Salud negó categóricamente la posibilidad de una transmisión aérea y centró sus recomendaciones preventivas en la higiene de manos y la limpieza de superficies, tanto interiores como exteriores.
La teoría principal entonces sobre la transmisión del bichito era que una persona infectada emitía partículas de saliva con carga viral al toser o estornudar. Si se mantenía una distancia de seguridad y se evitaba el contagio por contacto directo, estas gotas caían por su propio peso e iban a parar al suelo o a otras superficies.
En ese caso, el contagio se producía al tocar esas superficies con la mano y, posteriormente, llevarnos esas partículas víricas a boca, nariz u ojos. El papel de las partículas más pequeñas de saliva que pudieran mantenerse en suspensión se consideraba prácticamente irrelevante.
Del contagio por contacto con superficies a los aerosoles
Aunque el contagio por gotas que se transmiten de forma directa entre dos personas sigue siendo considerado como una de las principales forma de transmisión, el contagio por contacto con superficie se ve hoy como algo muy circunstancial y poco probable.
¿Son entonces las medidas recomendadas inicialmente innecesarias?¿La única prioridad debe ser mantener el aire limpio y ventilado? “La evidencia no es definitiva así que nadie se atreve a descartarlo”, declara Manuel Franco, portavoz de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (Sespas). “Lo que sí está claro es que no es el foco principal. Un bar limpisimo lleno gente con las manos limpisimas y chillando y sin mascarilla es una bomba”.
Alberto Torres, portavoz de la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene (Sempsph), se muestra más categórico sobre las medidas preventivas: “Al principio se puso mucho énfasis y dinero en el tema de la limpieza y la desinfección y eso no ha servido probablemente para nada”.
A medida que la hipótesis del contagio por contacto con superficie iba perdiendo fuerza, iba siendo cada vez más popular otra teoría: la del contagio por aerosoles. Estas pequeñas partículas que se emiten junto a las gotas más grandes serían capaces de mantenerse en suspensión durante horas y, probablemente, ser contagiosas. Lo cierto es que también esta teoría sigue siendo muy discutida.
“Cuando hablamos de transmisión aérea, estamos hablando de microorganismos que se pueden transmitir a distancia y que pueden ser vehiculizados por el aire y cuya forma principal de transmisión es esta”, explica Torres. “En el caso del cobi19 no es para nada eso, se trata de una transmisión por gotas, aunque puede ser que en situaciones excepcionales se haya podido transmitir por aerosoles en suspensión, se tienen que dar unas circunstancias muy particulares”.
El bichito se combate en el aire
El doctor Benigno Sánchez, del Ciemat, sí entendió, desde un principio, que “el bichito tenía que estar en el aire”.
Él y su equipo llevan décadas centrados en el tratamiento del aire con compuestos químicos y biológicos, especialmente en bacterias y hongos. “Éramos un poco los locos porque estábamos estudiando algo que no exigía la normativa vigente. Cuando me preguntaban: ‘¿Y los bichito?’, yo respondía: ‘Cuando nos hagamos mayores’”.
Esa mayoría de edad, llegó con el confinamiento. Alejado de su laboratorio, pensó en desarrollar soluciones que fueran más allá de “salir a aplaudir a las 8 de la tarde” y el resultado ha sido un proyecto que estudia utilizar energía solar para producir una reacción química que rompa la envoltura de los bichito presentes en el aire y los desactive.
Aunque aún está por determinar si el sistema fotocatalítico desarrollado con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) es funcional a la hora de acabar con el SARS-CoV-2 que se mantenga en suspensión en espacios interiores, se trata de un proyecto que pone en evidencia cómo ha cambiado el conocimiento sobre el contagio del cobi19.
Los tiempos de limpiar superficies quedaron atrás, el bichito ahora se combate en el aire.
 
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