catleya
Madmaxista
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'¡Viva pilinguin!' Manifestantes de la oposición de Haití queman bandera estadounidense y piden intervención rusa
( RT ) Hace 7 horas | 620 palabras 762 25
A medida que el estado caribeño más pobre desciende al caos causado por la corrupción de sus élites, los manifestantes en las calles piden ayuda a un hombre que nunca ha pisado el país: Vladimir pilinguin.
"¡Abajo los estadounidenses, viva pilinguin!", Gritaron alrededor de 200 manifestantes en la capital, Puerto Príncipe, el viernes, algunos de los cuales hicieron copias impresas con la cara del presidente ruso.
Los manifestantes quemaron la bandera estadounidense como crítica de los vínculos entre Washington y el gobierno impopular del presidente Jovenel Moise. Llamaron a Moise, elegido en 2016, un títere instalado en los Estados Unidos, que está sobreviviendo debido a la reticencia de los Estados Unidos a ejercer presión internacional.
“Esto simboliza un completo divorcio de los estadounidenses. Ya hemos sufrido suficiente de su ocupación, esto no puede continuar ", dijo a AFP el manifestante que incendió la bandera, llamándose a sí mismo Bronson.
Desde un país firmemente alojado en la esfera de influencia de Washington, si es de algún interés para los forasteros, Bronson lanzó un último recurso a los poderes distantes.
"Estamos pidiendo a Rusia, Venezuela y China que echen un vistazo a la miseria que vivimos aquí", imploró Bronson.
Saqueo y choques mortales
Es tentador tratar la demostración a pequeña escala como un espectáculo secundario cómicamente excéntrico, pero la protesta ha ayudado a llamar la atención internacional hacia una crisis en espiral que no es nada divertida.
Desde el 7 de febrero, Puerto Príncipe, de baja construcción pero densamente poblado, que todavía no se ha recuperado del devastador terremoto de 2010, se ha visto sacudido por manifestaciones casi constantes que exigen la renuncia del gobierno.
Las barricadas han bloqueado carreteras clave, y tanto las empresas privadas como las instituciones públicas, como las escuelas, han estado operando de forma intermitente. A medida que disminuyen los suministros de alimentos, agua potable y combustible, el saqueo se ha convertido en algo común.
La policía ha usado repetidamente gases lacrimógenos y municiones para dispersar a los manifestantes, que tienen la residencia del presidente como uno de sus objetivos, junto con las embajadas internacionales. Al menos seis personas han muerto en enfrentamientos. Los principales países occidentales les han dicho a sus ciudadanos que se vayan, mientras que más de 100 turistas canadienses tuvieron que ser evacuados de emergencia.
Caridad robada
La crisis fue provocada por revelaciones de malversación de años que resultaron en la pérdida de $ 2 mil millones del programa petrolero descontado que Venezuela desarrolló para la nación insular tras el terremoto, que causó la muerte de más de 100,000 personas. Por lo tanto, su verificación de nombre entre los poderes más obvios, aunque tal vez como la única nación en la región con una crisis callejera aún más grave, no está en condiciones de monitorear a los funcionarios haitianos.
En cualquier caso, la suma es trivial según los estándares internacionales; los Estados Unidos gastan aproximadamente $ 2 mil millones de su presupuesto de defensa cada 24 horas; es significativo en un país donde casi dos tercios de la población de 11 millones viven con menos de $ 2.50 por día.
Después de una semana de silencio evidente, Moise y el primer ministro Jean Henry Ceant se han dirigido al público. En un discurso emitido el fin de semana, Ceant culpó a la desigualdad, la mala gobernanza y la corrupción como los problemas a largo plazo, pero instó a los manifestantes a evitar la violencia y condenó específicamente la quema de banderas de EE. UU.
Pero es menos claro si eso será suficiente para ganar el respaldo real en lugar de las palabras de apoyo de Washington para el gobierno asediado (Trump, que tiene la famosa lista de Haití en su supuesto rol de "países de hez”). Los EE. UU. Proporcionaron ayuda valiosa y refugio para refugiados en 2010, pero tienen poco interés en financiar a un aliado claramente no estratégico con pocos recursos preciosos. Mientras tanto, la economía sigue siendo totalmente dependiente de las exportaciones a los EE. UU., Que constituyen el 90 por ciento del total, y las remesas desde Estados Unidos representan una gran proporción del PIB.
Por lo tanto, para todas las señales SOS para Moscú y Beijing, que tienen oportunidades menos contenciosas más cerca de su puerta, el destino de Haití, para bien o para mal, seguirá vinculado al de Estados Unidos.
( RT ) Hace 7 horas | 620 palabras 762 25
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A medida que el estado caribeño más pobre desciende al caos causado por la corrupción de sus élites, los manifestantes en las calles piden ayuda a un hombre que nunca ha pisado el país: Vladimir pilinguin.
"¡Abajo los estadounidenses, viva pilinguin!", Gritaron alrededor de 200 manifestantes en la capital, Puerto Príncipe, el viernes, algunos de los cuales hicieron copias impresas con la cara del presidente ruso.
Los manifestantes quemaron la bandera estadounidense como crítica de los vínculos entre Washington y el gobierno impopular del presidente Jovenel Moise. Llamaron a Moise, elegido en 2016, un títere instalado en los Estados Unidos, que está sobreviviendo debido a la reticencia de los Estados Unidos a ejercer presión internacional.
“Esto simboliza un completo divorcio de los estadounidenses. Ya hemos sufrido suficiente de su ocupación, esto no puede continuar ", dijo a AFP el manifestante que incendió la bandera, llamándose a sí mismo Bronson.
Desde un país firmemente alojado en la esfera de influencia de Washington, si es de algún interés para los forasteros, Bronson lanzó un último recurso a los poderes distantes.
"Estamos pidiendo a Rusia, Venezuela y China que echen un vistazo a la miseria que vivimos aquí", imploró Bronson.
Saqueo y choques mortales
Es tentador tratar la demostración a pequeña escala como un espectáculo secundario cómicamente excéntrico, pero la protesta ha ayudado a llamar la atención internacional hacia una crisis en espiral que no es nada divertida.
Desde el 7 de febrero, Puerto Príncipe, de baja construcción pero densamente poblado, que todavía no se ha recuperado del devastador terremoto de 2010, se ha visto sacudido por manifestaciones casi constantes que exigen la renuncia del gobierno.
Las barricadas han bloqueado carreteras clave, y tanto las empresas privadas como las instituciones públicas, como las escuelas, han estado operando de forma intermitente. A medida que disminuyen los suministros de alimentos, agua potable y combustible, el saqueo se ha convertido en algo común.
La policía ha usado repetidamente gases lacrimógenos y municiones para dispersar a los manifestantes, que tienen la residencia del presidente como uno de sus objetivos, junto con las embajadas internacionales. Al menos seis personas han muerto en enfrentamientos. Los principales países occidentales les han dicho a sus ciudadanos que se vayan, mientras que más de 100 turistas canadienses tuvieron que ser evacuados de emergencia.
Caridad robada
La crisis fue provocada por revelaciones de malversación de años que resultaron en la pérdida de $ 2 mil millones del programa petrolero descontado que Venezuela desarrolló para la nación insular tras el terremoto, que causó la muerte de más de 100,000 personas. Por lo tanto, su verificación de nombre entre los poderes más obvios, aunque tal vez como la única nación en la región con una crisis callejera aún más grave, no está en condiciones de monitorear a los funcionarios haitianos.
En cualquier caso, la suma es trivial según los estándares internacionales; los Estados Unidos gastan aproximadamente $ 2 mil millones de su presupuesto de defensa cada 24 horas; es significativo en un país donde casi dos tercios de la población de 11 millones viven con menos de $ 2.50 por día.
Después de una semana de silencio evidente, Moise y el primer ministro Jean Henry Ceant se han dirigido al público. En un discurso emitido el fin de semana, Ceant culpó a la desigualdad, la mala gobernanza y la corrupción como los problemas a largo plazo, pero instó a los manifestantes a evitar la violencia y condenó específicamente la quema de banderas de EE. UU.
Pero es menos claro si eso será suficiente para ganar el respaldo real en lugar de las palabras de apoyo de Washington para el gobierno asediado (Trump, que tiene la famosa lista de Haití en su supuesto rol de "países de hez”). Los EE. UU. Proporcionaron ayuda valiosa y refugio para refugiados en 2010, pero tienen poco interés en financiar a un aliado claramente no estratégico con pocos recursos preciosos. Mientras tanto, la economía sigue siendo totalmente dependiente de las exportaciones a los EE. UU., Que constituyen el 90 por ciento del total, y las remesas desde Estados Unidos representan una gran proporción del PIB.
Por lo tanto, para todas las señales SOS para Moscú y Beijing, que tienen oportunidades menos contenciosas más cerca de su puerta, el destino de Haití, para bien o para mal, seguirá vinculado al de Estados Unidos.
