Vlad_Empalador
Será en Octubre
Viaje al centro de la pobreza: la desigualdad se perpetúa según el nivel de estudios
PREMIUM
Sólo el 6% de los integrantes de una familia acomodada abandonará tempranamente sus estudios, cifra que asciende al 36% en el caso de los hogares con una menor renta per cápita
Personas sin hogar duermen en los pasadizos del MetroOSCAR MONZÓN
El 26% de los españoles cuya madre carezca de estudios postobligatorios causa abandono escolar temprano, es decir, no continuará sus estudios más allá de la educación secundaria obligatoria. Por contra, sólo el 4% de los jóvenes cuya madre haya cursado los citados estudios se quedará en el camino. A consecuencia de esta situación, el 79% del total de abandonos escolares que se producen en España corresponden a estudiantes cuya madre carece de formación superior.
Entre otros, la formación académica de los progenitores constituye uno de los elementos que más supedita el futuro educativo, profesional y, por ende, económico, de los españoles. Es una de las conclusiones que se pueden extraer del Mapa del abandono educativo en España realizado el año pasado por Fundación Europea Sociedad y Educación (EFSE).
La profesión desempeñada por los padres, sin embargo, no resulta un factor tan fundamental a la hora de abandonar los estudios como, por ejemplo, el nivel de renta. En los hogares acomodados, tan sólo el 6% de sus integrantes abandonará prematuramente los estudios, cifra que se multiplica por seis (36%)en aquellas familias que presentan una menor renta per cápita. La brecha es aún mayor en el caso de los hogares con dificultades para llegar a fin de mes, donde el nivel de abandono es hasta ocho veces superior que en aquellas que no se encuentran en dificultades económicas.
Las consecuencias directas al abandono se traducen en un futuro en peores condiciones laborales. Aquellos estudiantes que dejan sus estudios prematuramente no sólo tienen una mayor probabilidad de estar en el paro, sino que también tardan más tiempo en reengancharse al mercado laboral cuando pierden el empleo. De igual modo, sus relaciones laborales acusan una superior temporalidad y peores remuneraciones a final de mes.
"El abandono en España muestra un comportamiento claramente diferenciado según la capacidad económica de las familias. Es muy probable que aquellos jóvenes que forman parte de familias con situaciones económicas más precarias abandonen los estudios prematuramente para intentar insertarse en el mercado de trabajo y aportar algún tipo de ingresos a la familia", explica el estudio. Por el contrario, aquellos hogares que presentan una mejor economía familiar ya se encuentran dentro de los parámetros exigidos por la Unión Europea dentro de su estrategia para poner fin al abandono escolar.
Los niveles de paro para aquellas personas que abandonan sus estudios antes siquiera de terminar la ESO son superlativos. Ya de por sí, España es uno de los países de la zona euro con una de las tasas de paro juvenil más altas (27,9%) -sólo por detrás de Grecia (29,5%)- una cifra que se recrudece hasta el 61% en caso de no haber finalizado la secundaria. La cifra disminuye si se alcanza esta titulación casi a la mitad, un 35%. En el caso de los salarios, las diferencias de una mensualidad entre una persona que tiene la ESO y otra con una titulación superior pueden alcanzar los 120 euros, como ocurre entre las mujeres entre 25 y 35 años. A nivel retributivo, los hombres perciben salarios más parejos.
Esta situación se traduce en que aquellas personas que nacen en una familia con menos recursos no sólo tienen más probabilidades de abandonar los estudios a una edad más temprana, sino también de sufrir todas las consecuencias derivadas de esa decisión. Un menor salario, la barrera formativa y unas perspectivas laborales más limitadas repercutirá, de nuevo, en sus descendientes. El Foro Económico Mundial calculó en 2018 que, de media, se necesita un total de cuatro generaciones y media para que un individuo abandone los peldaños más bajos del escalafón socioeconómico y alcance la renta media en los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
La semana económica
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- DIEGO G. CAMPORRO
@diegogonzalez_9
Madrid
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Sólo el 6% de los integrantes de una familia acomodada abandonará tempranamente sus estudios, cifra que asciende al 36% en el caso de los hogares con una menor renta per cápita
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El 26% de los españoles cuya madre carezca de estudios postobligatorios causa abandono escolar temprano, es decir, no continuará sus estudios más allá de la educación secundaria obligatoria. Por contra, sólo el 4% de los jóvenes cuya madre haya cursado los citados estudios se quedará en el camino. A consecuencia de esta situación, el 79% del total de abandonos escolares que se producen en España corresponden a estudiantes cuya madre carece de formación superior.
Entre otros, la formación académica de los progenitores constituye uno de los elementos que más supedita el futuro educativo, profesional y, por ende, económico, de los españoles. Es una de las conclusiones que se pueden extraer del Mapa del abandono educativo en España realizado el año pasado por Fundación Europea Sociedad y Educación (EFSE).
La profesión desempeñada por los padres, sin embargo, no resulta un factor tan fundamental a la hora de abandonar los estudios como, por ejemplo, el nivel de renta. En los hogares acomodados, tan sólo el 6% de sus integrantes abandonará prematuramente los estudios, cifra que se multiplica por seis (36%)en aquellas familias que presentan una menor renta per cápita. La brecha es aún mayor en el caso de los hogares con dificultades para llegar a fin de mes, donde el nivel de abandono es hasta ocho veces superior que en aquellas que no se encuentran en dificultades económicas.
Las consecuencias directas al abandono se traducen en un futuro en peores condiciones laborales. Aquellos estudiantes que dejan sus estudios prematuramente no sólo tienen una mayor probabilidad de estar en el paro, sino que también tardan más tiempo en reengancharse al mercado laboral cuando pierden el empleo. De igual modo, sus relaciones laborales acusan una superior temporalidad y peores remuneraciones a final de mes.
"El abandono en España muestra un comportamiento claramente diferenciado según la capacidad económica de las familias. Es muy probable que aquellos jóvenes que forman parte de familias con situaciones económicas más precarias abandonen los estudios prematuramente para intentar insertarse en el mercado de trabajo y aportar algún tipo de ingresos a la familia", explica el estudio. Por el contrario, aquellos hogares que presentan una mejor economía familiar ya se encuentran dentro de los parámetros exigidos por la Unión Europea dentro de su estrategia para poner fin al abandono escolar.
Los niveles de paro para aquellas personas que abandonan sus estudios antes siquiera de terminar la ESO son superlativos. Ya de por sí, España es uno de los países de la zona euro con una de las tasas de paro juvenil más altas (27,9%) -sólo por detrás de Grecia (29,5%)- una cifra que se recrudece hasta el 61% en caso de no haber finalizado la secundaria. La cifra disminuye si se alcanza esta titulación casi a la mitad, un 35%. En el caso de los salarios, las diferencias de una mensualidad entre una persona que tiene la ESO y otra con una titulación superior pueden alcanzar los 120 euros, como ocurre entre las mujeres entre 25 y 35 años. A nivel retributivo, los hombres perciben salarios más parejos.
Esta situación se traduce en que aquellas personas que nacen en una familia con menos recursos no sólo tienen más probabilidades de abandonar los estudios a una edad más temprana, sino también de sufrir todas las consecuencias derivadas de esa decisión. Un menor salario, la barrera formativa y unas perspectivas laborales más limitadas repercutirá, de nuevo, en sus descendientes. El Foro Económico Mundial calculó en 2018 que, de media, se necesita un total de cuatro generaciones y media para que un individuo abandone los peldaños más bajos del escalafón socioeconómico y alcance la renta media en los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
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