Te voy a contar una anecdota familiar.
Resulta que mi tio de chavalin, con 14 años le dio por hacerse un hombre y dedicarse a fumar. En una de esas ocasiones mi abuelo Santiago (sabio como el que mas) lo pillo con las manos en la masa, y desde la distancia le dijo: "Pedro, venga usted pa aca".
Cuando mi tio Pedro se acerco a mi abuelo, le obligo a vaciarse los bolsillos y dos cajetillas de tabaco Kruger que llevaba encima le requiso. "Vamos pa casa" le dijo a Pedrito.
Una vez en la casa, mi tio se temia lo peor, resulta que mi abuelo Santiago tenia buena fama por el uso del cinturon que llevaba. El caso es que ese dia mi abuelo sorprendio a mi tio, cuando Pedrito, acojonado, se esperaba sus buenos azotes, mi abuelo le pidio que se sentara a su vera. Una vez sentado, mi abuelo saco un mechero, pillo las dos cajetillas de Kruger y le dijo: "si eres un hombre para fumarte un cigarrillo eres un hombre para fumarte todos estos". Y alli que comenzo Pedrito a fumarse los pitillos uno tras otro hasta que vomito.
Tras ese momento, Santiago cogio a su hijo, lo sento en la mesa, le dio un vaso de leche y lo acompaño a la cama a dormir. Le dio las buenas noches y nunca mas se hablo de tabaco en la casa. Por supuesto, Pedrito no volvio a tocar un cigarrillo en su vida.
Creo que pillaras lo que quiero decir. Y yo soy muy fan de mi abuelo que en paz descanse.