Cabrea2
Madmaxista
- Desde
- 11 Nov 2017
- Mensajes
- 13.853
- Reputación
- 37.401
La Vanguardia · Hace 20 horas
El PSOE y Unidas Podemos fijan un protocolo que limite las discrepancias
Protocolos
El pacto atañe a las iniciativas legislativas, sesiones de control y presupuestos
En cuanto al protocolo para la gestión de la discrepancia política, se dirimirán en la mesa permanente las que afecten al cumplimiento del programa acordado y en la comisión de seguimiento parlamentario las que atañan a cuestiones no incluidas en la hoja de ruta pactada por la coalición. Si las discrepancias fueran irresolubles, dice el acuerdo, se debatirá en el seno de estos órganos cómo se materializarán tanto en sede parlamentaria como en la comunicación pública para “evitar la erosión del gobierno”.
Uno de los asuntos más elocuentes de la vocación de estabilidad política que este documento quiere proporcionar a los coaligados es el punto 19 del documento, que alude a la crisis de gobierno: “En caso de reestructuración del gobierno durante la legislatura, se mantendrá el número de áreas gestionadas por el PSOE y Unidas Podemos y su peso relativo en el conjunto del gobierno en los términos acordados al inicio de la coalición”. Esto descarta las soluciones de provisionalidad con las que se especuló a modo de globo sonda el pasado verano, que implicaban una vigencia provisional de la coalición, que podría ser suspendida en caso de no ser operativa. Dicho de otro modo, el documento es un pacto para evitar dolores de cabeza y malentendidos.
El propio Sánchez es muy consciente de que afronta un escenario de gran complejidad, sustentado por una mayoría parlamentaria ajustadísima y con un ejecutivo que por vez primera será de coalición, entre dos partidos, el PSOE y Unidas Podemos, cuyas relaciones han estado presididas hasta fecha muy reciente por la desconfianza, cuando no por una abierta hostilidad.
El documento se diría una salvaguarda para el vaticinio irónico que el Rey le lanzó ayer a Pedro Sánchez, cuando este prometió el cargo de presidente del Gobierno ante el Monarca. El Rey puso ayer el dedo en la llaga. “Ocho meses para diez segundos”, bromeó el líder del PSOE sobre lo fugaz del acto protocolario, después de haberse desesperado durante ocho largos meses en funciones esperando que llegara este momento. “Ha sido rápido, simple y sin dolor”, corroboró Felipe VI. “El dolor viene después”, ironizó el Monarca. Siempre hay presagios sarcásticos en el banquete de bodas
El PSOE y Unidas Podemos fijan un protocolo que limite las discrepancias
Protocolos
El pacto atañe a las iniciativas legislativas, sesiones de control y presupuestos
En cuanto al protocolo para la gestión de la discrepancia política, se dirimirán en la mesa permanente las que afecten al cumplimiento del programa acordado y en la comisión de seguimiento parlamentario las que atañan a cuestiones no incluidas en la hoja de ruta pactada por la coalición. Si las discrepancias fueran irresolubles, dice el acuerdo, se debatirá en el seno de estos órganos cómo se materializarán tanto en sede parlamentaria como en la comunicación pública para “evitar la erosión del gobierno”.
Uno de los asuntos más elocuentes de la vocación de estabilidad política que este documento quiere proporcionar a los coaligados es el punto 19 del documento, que alude a la crisis de gobierno: “En caso de reestructuración del gobierno durante la legislatura, se mantendrá el número de áreas gestionadas por el PSOE y Unidas Podemos y su peso relativo en el conjunto del gobierno en los términos acordados al inicio de la coalición”. Esto descarta las soluciones de provisionalidad con las que se especuló a modo de globo sonda el pasado verano, que implicaban una vigencia provisional de la coalición, que podría ser suspendida en caso de no ser operativa. Dicho de otro modo, el documento es un pacto para evitar dolores de cabeza y malentendidos.
El propio Sánchez es muy consciente de que afronta un escenario de gran complejidad, sustentado por una mayoría parlamentaria ajustadísima y con un ejecutivo que por vez primera será de coalición, entre dos partidos, el PSOE y Unidas Podemos, cuyas relaciones han estado presididas hasta fecha muy reciente por la desconfianza, cuando no por una abierta hostilidad.
El documento se diría una salvaguarda para el vaticinio irónico que el Rey le lanzó ayer a Pedro Sánchez, cuando este prometió el cargo de presidente del Gobierno ante el Monarca. El Rey puso ayer el dedo en la llaga. “Ocho meses para diez segundos”, bromeó el líder del PSOE sobre lo fugaz del acto protocolario, después de haberse desesperado durante ocho largos meses en funciones esperando que llegara este momento. “Ha sido rápido, simple y sin dolor”, corroboró Felipe VI. “El dolor viene después”, ironizó el Monarca. Siempre hay presagios sarcásticos en el banquete de bodas