Mayor Oreja
Himbersor
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Y rápido porque se está acabando el chollo.
Es muy cierto que hace 30 o 40 años aquello era un verdadero paraíso que luego se cargó la masificación del turismo, pero lo importante, que es la ADORACIÓN a los hombres extranjeros BLANCOS, sigue vigente.
Allí si eres extranjero todo está permitido, mientras no la líes ni tengas drojas. Allí no existe viogen, feminismos, ni insensateces misándricas. En zonas turísticas como phu ket, Bangkok o koh tao eres EL puñetero AMO por ser blanco.
Allí un rellenito comedoritos BLANCO es MUY SUPERIOR al mejor y más cachas tailandés, visto con mis propios ojos. En los locales te dejan entrar al instante si ven que tienes rasgos europeos, mientras que a los locales les piden tarjeta de crédito. Las nativas, que son casi todas cortesanas básicamente, se desviven por los blancos. Ni indios, ni personas de color, ni chinos, BLANCOS.
No os podéis imaginar lo COTIZADO que está cualquier mindungui que fuese un perdedor españolito al que ninguna española se dignaria ni a mirarle a la cara. No os podéis imaginar lo que es estar en un sitio donde eres VALORADO, en vez de ser la última hez asquerosa culpable de todo hasta que demuestres lo contrario y sin ningún futuro en este país de hez.
De verdad, Tailandia es LO CONTRARIO a lo que se vive aquí. No hablo de prespitación, no hablo de turismo sensual, no hablo de "encontrar el amor" ni chorradas varias, no. Hablo de que cualquier hombre que no se sienta valorado en Expaña, tiene la solución en Tailandia.
A mí no me gusta viajar, y cuando vine aquí ME CAMBIÓ REALMENTE LA VIDA. Las mejores noches de mi vida, con 4 o 5 pivones encima de mí, colegueando con guiris americanos y con bebida baratisima. Te cambia REALMENTE la perspectiva, te hace ver que no todo el mundo es tan poco agradable como el pueblo manchego de hez donde naciste. Te hace ver que el problema no eres tú sino el ENTORNO.
Ni en mil vidas podrías acumular la experiencia que se consigue en una semana en phu ket en este vertedero de país feminista. En una suerte de legado de cuando occidente era potente y mandaba en el mundo, el legado que nos dejaron nuestros antepasados y que debido a la decadencia está ya dando sus últimos coletazos. Aprovechad mientras se pueda y empezad a planificar un viajecito para este verano, me lo agradeceréis.
Es muy cierto que hace 30 o 40 años aquello era un verdadero paraíso que luego se cargó la masificación del turismo, pero lo importante, que es la ADORACIÓN a los hombres extranjeros BLANCOS, sigue vigente.
Allí si eres extranjero todo está permitido, mientras no la líes ni tengas drojas. Allí no existe viogen, feminismos, ni insensateces misándricas. En zonas turísticas como phu ket, Bangkok o koh tao eres EL puñetero AMO por ser blanco.
Allí un rellenito comedoritos BLANCO es MUY SUPERIOR al mejor y más cachas tailandés, visto con mis propios ojos. En los locales te dejan entrar al instante si ven que tienes rasgos europeos, mientras que a los locales les piden tarjeta de crédito. Las nativas, que son casi todas cortesanas básicamente, se desviven por los blancos. Ni indios, ni personas de color, ni chinos, BLANCOS.
No os podéis imaginar lo COTIZADO que está cualquier mindungui que fuese un perdedor españolito al que ninguna española se dignaria ni a mirarle a la cara. No os podéis imaginar lo que es estar en un sitio donde eres VALORADO, en vez de ser la última hez asquerosa culpable de todo hasta que demuestres lo contrario y sin ningún futuro en este país de hez.
De verdad, Tailandia es LO CONTRARIO a lo que se vive aquí. No hablo de prespitación, no hablo de turismo sensual, no hablo de "encontrar el amor" ni chorradas varias, no. Hablo de que cualquier hombre que no se sienta valorado en Expaña, tiene la solución en Tailandia.
A mí no me gusta viajar, y cuando vine aquí ME CAMBIÓ REALMENTE LA VIDA. Las mejores noches de mi vida, con 4 o 5 pivones encima de mí, colegueando con guiris americanos y con bebida baratisima. Te cambia REALMENTE la perspectiva, te hace ver que no todo el mundo es tan poco agradable como el pueblo manchego de hez donde naciste. Te hace ver que el problema no eres tú sino el ENTORNO.
Ni en mil vidas podrías acumular la experiencia que se consigue en una semana en phu ket en este vertedero de país feminista. En una suerte de legado de cuando occidente era potente y mandaba en el mundo, el legado que nos dejaron nuestros antepasados y que debido a la decadencia está ya dando sus últimos coletazos. Aprovechad mientras se pueda y empezad a planificar un viajecito para este verano, me lo agradeceréis.
