Sir Connor
Excelentisimo Sir
Tiene 85 años y todavía intenta no perderse e ir cada día de la semana a misa, con una fe inquebrantable. Eso sí, su salud cada vez se lo permite menos, puesto que actualmente es muy delicada y anda escasa de ánimos y de fuerzas, porque esta última etapa de su vida está siendo poco halagüeña. Hablamos de Teresa Rivero.
Los doctores le han recomendado que salga a caminar, porque los paseos pueden ser su mejor medicina, dado que la amenaza de acabar en una silla de ruedas está ahí. Y ella lo hace, acompañada de su ya sempiterno bastón, pero no es fácil.
Porque está lidiando con un momento complicadísimo en su vida. Hace cuatro años murió el hombre de su vida, José María Ruiz-Mateos, y en 2017, apenas dos años después, a su hija Socorro, quien a sus 57 años no pudo superar el cáncer que padecía.
Ahora tiene a seis de sus hijos, los varones, en la guandoca, ella fue condenada por un millonario fraude fiscal a Hacienda cuando era presidenta del Rayo Vallecano, están arruinados y espera, porque esa es su mayor preocupación a día de hoy, el desahucio de la única casa que le queda.
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La viuda de Ruiz-Mateos ha confirmado la noticia que publicó El Cierre Digital a El Español. Esta era que llegará muy pronto la orden judicial para abandonar su domicilio en Aravaca. Y, mientras, el resto de sus propiedades siguen embargadas. Todo esto está dejando a Rivero con poco margen de maniobra.
Según El Español, cuando suceda el desahucio, será uno de sus 57 nietos quien acogerá a la jerezana y se hará cargo de ella, que teme, sobre todo, morir antes de ver a sus seis hijos (tiene 13) fuera de prisión.
El escándalo financiero que supuso en 2012 el registro de la casa de Ruiz-Mateos en busca de pruebas de la estafa de Nueva Rumasa fue el principio del fin, puesto que la actividad fraudulenta no solo se debía al patriarca, sino que consistía en un entramado familiar.
